''No soy partidaria de castigar a los niños (...) Yo jamás tuve la intención de dejar a Borja en el automóvil'', aseguró Eugenia Riffo ante el fiscal José Morales.
David Alarcón, El MercurioSANTIAGO.- Pasado el mediodía del 24 de noviembre, la parvularia Eugenia Riffo Tapia enfrentó durante más de dos horas al fiscal de la zona Centro Norte José Morales quien le imputa el homicidio por omisión del pequeño Borja López, tras haberlo presuntamente olvidado en el vehículo en el cual lo transportaba al Jardín Mandarino el 19 de octubre pasado.
La mujer relató que en el momento en que encontró al menor -el cual habría estado expuesto a 57º Celsius-, lo primero que le llamó la atención fue un hedor que percibió al abrir la maleta de su Chevrolet Aveo.
"A las 17.10 horas aproximadamente salí con los 4 niños que debía ir a dejar a sus casas. Eran los mismos que yo había traído en la tarde al jardín, ya que mi hija no se quedaba en el jardín, sino que iba al colegio (…) Cuando abrí el portamaletas sentí un olor muy fuerte y vi que no estaba el alzador de Borja atrás", sostuvo Riffo en su declaración ante la fiscalía a la cual tuvo acceso Emol.
La desesperación de la mujer, que recién en ese momento se habría dado cuenta de su fatal olvido, aumentó cuando abrió la puerta de su vehículo. "Vi a Borja que estaba recostado sobre su costado izquierdo. Lo tomé y él de inmediato botó vómito, por lo que empecé a chupar su vómito y escupirlo", indicó.
Tras esto la imputada, indicó que "empecé a gritar solicitando una ambulancia, caminé rápido con Borja en los brazos y en el antejardín (entre la puerta de fierro y la dirección) me encuentro con Gabriela Laval a la que le digo que hay que sacarle el vómito".
Acto seguido, relató Riffo, llevaron al menor a una colchoneta al interior del jardín infantil y llamaron a una parvularia que además era paramédico.
"Yo en esos momentos lloraba mucho y solo atiné a marcar el 133 a los que les dije que había un niño ahogado y que se había quedado en el automóvil (…) En esos momentos también vomité y me dijeron que Carabineros había preferido llevarse a Borja (…) pregunté si una señora sentada en la oficina era la abuela. Yo sentía tanta impotencia en ese momento y le expliqué lo que había pasado, que se me había quedado Borja en el auto y ella me dijo que él era fuerte y comenzamos a rezar", añadió.
Limpieza del automóvil
La parvularia dijo que mientras estaban a la espera de noticias del estado del pequeño, se le ocurrió limpiar el automóvil en el cual permaneció Borja López encerrado durante varias horas.
"El auto estaba con olor a vómito y yo misma estaba con vómito. Le pedí si alguien podía limpiar el auto porque había que irse a la Clínica y dos tías se ofrecieron. Les dije que debían abrir el auto, pero yo no sabía en esos momentos si el auto estaba abierto o cerrado, por lo que les pasé las llaves. Ellas fueron a limpiar el auto, porque pensé que en algún momento debíamos trasladarnos", explicó.
El fiscal Morales en ese momento le preguntó a qué hora habría ordenado esa limpieza, a lo que Riffo le respondió que "para mí había transcurrido mucho tiempo, pero no tengo conciencia de los lapsos de tiempo. Cuando me refiero a limpiar el auto me refiero a limpiar el vómito que se encontraba sobre el asiento trasero, al lado del alzador".
Sólo después de eso la imputada se enteró de que Borja López había fallecido y recordó que un carabinero le dijo "'los accidentes pasan', que debían acompañarlos a la Comisaría y que cuando llegáramos allá me iban a leer los derechos".
¿Olvido o Castigo?
El fiscal Morales le contrapreguntó por antecedentes surgidos durante la investigación que señalan que ese día, mientras hacían un picnic en el jardín infantil, Riffo habría conversado con otras tías sobre Borja López. Frente a ese dato, la mujer respondió que "no recuerdo haber hablado con alguna de las tías del nivel de Borja, aunque si las vi a lo lejos (a las tías mencionadas)".
Finalmente la mujer sostuvo ante la Fiscalía Centro Norte que "nunca he castigado a ningún niño dejándolo en el automóvil, ni en ninguna otra circunstancia. Yo no soy partidaria de castigar a los niños, sino de realizar refuerzos positivos o refuerzos negativos. Yo jamás tuve la intención de dejar a Borja en el automóvil".