El psiquiatra señaló que Pilar Pérez es capaz de manipular a los gendarmes que la vigilan.
Christian Zúñiga, El MercurioSANTIAGO.- En el marco de la jornada Nº47 del juicio oral en contra de Pilar Pérez y el presunto sicario, José Ruz, la fiscalía citó a declarar a Rodrigo Dresdner Cid (54), psiquiatra del Servicio Médico Legal que, tras examinar a la imputada en la cárcel, concluyó que dentro del trastorno de personalidad de la arquitecta destacan su capacidad de manipular y su alto nivel intelectual.
"Su capacidad de histrionismo sumado al autocontrol sobre sí misma y a su alta inteligencia permite en ella crear estrategias de seducción y de encantamiento de otros. Un manejo de terceros", declaró el especialista, quien en febrero y marzo de 2009 realizó un peritaje sobre la imputada.
El profesional reforzó el testimonio que prestó ayer Juan José Zamorano Pérez, hijo de la imputada, al tribunal, donde señaló que su madre tenía gran habilidad para hacerse la víctima y volcar todo su favor.
"Posee rasgos histriónicos que dicen relación con una capacidad de dramatizar, en el fondo de generar un efecto en otros a partir de ciertas conductas que pudieran generar lástima, solidaridad para llamar la atención o mantener personas a su lado", detalló el psiquiatra.
En esa línea, Dresdner señaló que algo que le llamó mucho la atención fue la manipulación que María del Pérez ejercía sobre los gendarmes que la vigilaban en el centro penitenciario.
"Los custodios se relacionaban con ella de una manera muy especial que nunca había visto en 13 años de carrera (…) Podía ver que ella conseguía que fuera atendida rápidamente, con algo de obediencia hacia ella por parte del personal cuando ella solicitaba algo", indicó.
Al entrevistarla, señaló el perito, Pilar Pérez "presentaba un trastorno de personalidad grave, mixto, con rasgos narcisistas, sicopáticos y paranoides". Todo ello se suma a un "cuadro familiar bastante disfuncional".
No sufre una enfermedad psiquiátrica
El médico aclaró que en materia médico y legal, "un trastorno de personalidad no representa una enfermedad psiquiátrica propiamente tal". Se entiende como una desviación del promedio en la personalidad de la población general".
Una opinión similar manifestó el perito del Servicio Médico Legal Vigadiel Rojas, quien sostuvo que Pilar Pérez no tiene una enfermedad, sino "un modo de ser inflexible, por lo que puede tratarse, pero es un proceso largo y difícil para que esos rasgos sean cambiados".
A su juicio, el rasgo que mejor define la personalidad de la imputada es su frialdad emocional, la cual se acentúa al tener que reaccionar frente a hechos extremos.
"Ante un hecho doloroso o un hecho neutral, en ambas ocasiones tiene la misma calidad afectiva, en los dos aparece la reacción de frialdad", explicó.
Igualmente, el profesional señaló que si bien la imputada se quebró mientras la entrevistó "ese quebrarse es muy superficial". "Ella genera la impresión de una búsqueda de impacto, más que un efecto genuino", ya que si éste fuera el caso "el efecto sería más profundo y duradero, y no como en este caso donde rápidamente volvía a la frialdad", concluyó.