Líder de RN critica a diputada Rubilar por respaldo al proyecto de aborto terapéutico

SANTIAGO.- El presidente de Renovación Nacional (RN), Carlos Larraín, lamentó que la diputada de su partido y médico de profesión, Karla Rubilar, apoye el proyecto de ley que permite el aborto terapéutico que fue presentado esta semana por los senadores Evelyn Matthei (UDI) y Fulvio Rossi (PS).

"Ella está a favor y yo lo siento, porque ella es médico y los médicos tienen la obligación de defender la vida en toda circunstancia", aseveró Larraín a Radio Cooperativa.

En la misma línea, remarcó que la postura de la parlamentaria "claramente va contra lo que el partido piensa", puesto que "esto tiene que ver con la vida y la vida no siempre es la de Tarzán o Superman".

Larraín hizo hincapié además en que "hay gente que nace con algún defecto o con alguna limitación (...), pero eso no justifica matar a ese ser vivo".

Por su parte, en una carta enviada a "El Mercurio" el obispo auxiliar de Santiago, monseñor Fernando Chomalí, reafirmó la oposición de la Iglesia Católica a toda práctica que pretenda eliminar "al más débil".

"Quienes creen que es éticamente aceptable eliminar la vida del que se encuentra en el seno materno gravemente enfermo y una vez fuera del vientre materno lo más probable es que muera, se olvidan de lo más elemental: es un ser humano vivo y además gravemente enfermo, al que debemos respetar, sanar en la medida de lo posible, pero nunca dañar. Los sentimientos de la madre sin duda que son respetables, pero no al punto de permitir que sean un valor superior al derecho que tiene todo ser humano, sano o enfermo, libre o encarcelado, a que se le respete su vida", manifestó.

Acto seguido, el religioso añadió que "el talante de una comunidad se mide por la capacidad que tiene de hacerse cargo de los débiles y enfermos. Una sociedad que los elimina se convierte en la dictadura de los más fuertes por sobre los más débiles".

Asimismo, afirmó que "una sociedad adquiere talante moral en la medida que acompaña a la madre con ayuda familiar, sicológica, social, económica, espiritual, pero que no la convierte en verdugo de su propio hijo".