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Cardenal Errázuriz entrega emotivo mensaje navideño marcado por "tragedias" de año 2010

El arzobispo recordó a las víctimas del terremoto, a la angustia en el rescate de los mineros, y a los 81 reos fallecidos. Además, reiteró la postura de la Iglesia contra el aborto y los abusos a menores.

24 de Diciembre de 2010 | 22:00 | Emol
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Juan Eduardo Lopez, El Mercurio

SANTIAGO.- Poniendo especial énfasis en las "tragedias" que han azotado al país durante este 2010, el arzobispo de Sabntiago, cardenal Francisco Javier Errázuriz, entregó esta noche el tradicional mensaje navideño.


El terremoto y maremoto del 27-F, la angustia del rescate de los mineros, el incendio en la cárcel de San Miguel, e incluso, los recientes trámites ante una eventual ley sobre el aborto, fueron los principales aspectos que el prelado manifestó.


"Concluye el año del terremoto, el maremoto, el derrumbe de la mina san José, el incendio terrible de la cárcel de san Miguel, el estremecimiento por los abusos que han sufrido incontables niños en muchos países, y de la nueva y mortal amenaza legal a los niños indefensos que aún no han nacido. Con la paz de la Navidad concluye un año sembrado de esperanzas y de desgracias", indicó.


Sobre el terremoto, Errázuriz reflexionó que la tragedia representó "un mensaje para que seamos un pueblo agradecido por el don de la vida, un pueblo de constructores responsables, que se unen en las desgracias para correr solidariamente en ayuda de los más desvalidos. Así reaccionó el país entero ante la gran desgracia. Esta verdad nos propone asimismo que no olvidemos nuestra vocación de constructores sobre la única roca firme que es Cristo, y sobre la fraternidad solidaria que él fundamenta"


Al referirse a los casi dos meses de angustia vividos en la mina San José, el cardenal destacó que en ningún momento se perdío la esperanza de encontrar a los 33 trabajadores con vida.


"Nuestro gobierno no emitió ningún decreto, dándolos por fallecidos, como ha ocurrido en circunstancias análogas en otros países. La vida de cada uno y la vida de sus familias fueron un bien superior a todo cálculo de gastos", destacó.


Prosiguió señalando como "un terrible dolor" el incendio que costó la vida de 81 reclusos en el interior de la cárcel de San Miguel.


"Fue un terrible dolor: el de los reos fallecidos, de sus familias, de sus compañeros en la cárcel, el dolor de Gendarmería y de todo nuestro país. Las condiciones de vida de nuestros reos quedaron vergonzosamente al descubierto. Por fin lo reconocemos: no podemos tratar así a los hermanos que han delinquido; ni a los primerizos ni a nadie", dijo.


"Como si lo anterior fuera poco, nos sacudieron los escándalos por los abusos a menores: en las familias, en establecimientos educacionales, aun en instituciones religiosas. En lo que atañe a la Iglesia católica y a algunos de sus sacerdotes, el Santo Padre ha relacionado estos abusos con los estigmas de Cristo que sangran, calificándolos como pecados graves y verdaderos crímenes", sostuvo. 


Errázuriz además llamó a evitar "la nueva y mortal amenaza legal a los niños indefensos que aún no han nacido", haciendo alusión a la polémica sobre el aborto que se ha instalado en la contingencia nacional durante los últimos días.