SANTIAGO.- El fiscal de la zona sur Marcelo Apablaza formalizó este martes una investigación en contra de Alexis Opazo Otárola, quien el 26 de diciembre pasado asesinó a sablazos a José Luis Sáez Chandía.
La audiencia se había postergado en espera de las pericias siquiátricas que presentaría la madre del inculpado para documentar una presunta esquizofrenia no tratada. Sin embargo, ante el 11º Juzgado de Garantía de Santiago no llegaron ni los exámenes ni su familia y, en completa soledad, se dictaminó la medida cautelar de prisión preventiva en su contra por ser considerado un peligro para la sociedad.
Al retirarse del tribunal escoltado por personal de Gendarmería, Opazo dijo entre sollozos que "no quería matarlo" y tras ello fue trasladado al Centro de Detención Preventiva (CDP) Santiago Uno.
Durante la audiencia, el fiscal Apablaza comentó que el día del crimen Edith Otárola, madre del imputado, advirtió al mecánico peruano Carlos Rea Argandoña que huyera del lugar, ya que su hijo estaba armado.
Alexis Opazo, según su propia declaración entregada a efectivos policiales, estaba harto de que los dependientes del taller mecánico en el que trabajaba su madre lo molestaran y le dijeran "tonto".
Después de la advertencia de la mujer, Rea logró huir pero dejó a Sáez, quien había acudido hasta el lugar para arreglar una motocicleta.
Luego de pedirle auxilio a personal de Carabineros, el mecánico regresó al taller. Sin embargo, ya era muy tarde. El imputado le había propinado más de nueve estoques a la víctima con un sable artesanal que él mismo fabricó y que sólo de hoja tenía 58 centímetros.
Ensañamiento
El preinforme de autopsia, detallado durante la audiencia, dejó constancia de que Sáez presentaba tantas lesiones en el cuerpo que era muy complejo determinar cuál de todas las heridas fue la que finalmente terminó con su vida.
"Tenía un brazo cercenado a la altura del codo y también una severa lesión en unas de sus manos", dijo el fiscal Apablaza, para dejar de manifiesto el "ensañamiento" con que a su juicio actuó Opazo y así configurar la hipótesis de homicidio calificado presentada por el Ministerio Público, que imputó además el delito de homicidio frustrado en contra del mecánico.
En tanto, la defensora penal pública Claudia Invernizzi pidió para su cliente la medida cautelar de arresto domiciliario, lo que fue desechado por el tribunal.
En la carpeta incluso consta la declaración de Cristian Opazo Otárola, hermano del imputado, quien relató que siempre han tenido problemas con él por su actitud agresiva y que su comportamiento incluso los llevó a denunciarlo en reiteradas ocasiones por violencia intrafamiliar.
Se decretó un plazo de 90 días para el cierre de esta indagatoria y de paso se ofició al Servicio Médico Legal (SML) para realizar pericias que determinen si padece o no de esquizofrenia, enfermedad que lo haría inimputable ante la ley.