Wikileaks: Estados Unidos consideró a ME-O como un candidato "poco serio" para Chile

SANTIAGO.- "Marco Enríquez-Ominami y su trágica niñez tienen todos los elementos para una gran película de Hollywood: triángulos amorosos, intrigas políticas, violencia, exilio y la eventual reconciliación". Así describió el entonces embajador de Estados Unidos en Chile, Paul Simons, al ex candidato presidencial que por esos días disputaba las elecciones con Eduardo Frei y Sebastián Piñera en un cable de diciembre de 2009, en una nueva revelación de contenidos filtrados por WikiLeaks.

Según los nuevos documentos -publicados hoy por el diario español El País-, en el mismo informe se consigna la carga que para el ex PS representaba llevar los apellidos de Enríquez, "mártir revolucionario", y Ominami, "Barón de la Concertación".

En dos textos, difundidos ayer, también se consignan los juicios de la senadora Soledad Alvear (DC) sobre el aún diputado. Así, en una conversación con un consejero de la embajada estadounidense, lo describe como una persona que "nunca participó del trabajo real en el Congreso" y que "sólo aparecía para quejarse del trabajo que todos los demás habían hecho".

Los documentos, en todo caso, remarcan que era "bastante difícil" imaginar a Enríquez-Ominami como un candidato serio "que los estereotipados como responsables y sobrios chilenos respaldarían". Sin embargo, se reconoce que logró instalar temas que son definidos como "extremadamente impopulares", como la legalización de la marihuana, dar acceso al mar a Bolivia y el matrimonio homosexual.

Un apartado especial se realiza para destacar el rol de la animadora Karen Doggenweiler, esposa de Enríquez-Ominami, en su campaña presidencial. A ella se le sindica como uno de los pilares del éxito que por ese entonces reflejaba en las encuestas el abanderado. "La presencia de Doggenweiler es responsable del éxito político que su marido ha logrado hasta ahora", señala el informe e incluso la comparan con Eva Perón por su calidad de "estrella".

Pese a ello, el texto diplomático estableció como poco probable que Enríquez-Ominami emergiera como una opción seria para la presidencia, aunque advirtió que lograba capturar el desencanto y la frustración de los chilenos respecto a la política.

"El 20% de los chilenos que me apoyó desmiente los dichos de WikiLeaks. Yo no aspiré a ser candidato de los diplomáticos norteamericanos", replicó Enríquez-Ominami.