SANTIAGO.- La muerte del ex canciller y fundador de la Democracia Cristiana, Gabriel Valdés, caló hondo en todo el mundo político, que en forma transversal destacó su figura y su gran legado.
El ministro de Defensa, Andrés Allamand, fue uno de los primeros en reaccionar y desde Juan Fernández sostuvo que la muerte del ex canciller es una "pérdida muy lamentable para todo el país", añadiendo que "es de la gente buena que se nos ha ido en estos días".
"Don Gabriel era un hombre absolutamente extraordinario, era muy especial, culto, un caballero de la política, le prestó grandes servicios al país, fundamentalmente de la época de la transición a la democracia", afirmó el ministro a 24H.
Una opinión similar manifestó el senador DC Andrés Zaldívar, quien recordó que Valdés entregó muchos años de su vida al servicio público. "Creo que merece el reconocimiento del país. Lo vamos a guardar en el recuerdo y estoy seguro de que lo que ha hecho va a quedar como una siembra que va a dar frutos por muchos años", indicó.
El senador de la UDI Hernán Larraín también adhirió a las muestras de pesar y dijo que "fue un hombre de una calidad política como aquella que todos aspiramos a alcanzar, fue un caballero de la política y un verdadero estadista". En ese sentido, reflexionó que "habría sido realmente, quizás otro país, si Gabriel Valdés hubiese sido Presidente de la República como quizás muchos, más allá de sus partidarios, querían".
Por su parte, Camilo Escalona (PS) expresó "su pesar por el fallecimiento de quien tuviera una dilatada trayectoria de servicio público". Destacó su contribución en los años '80 "a la lucha para que nuestro país recuperara la democracia" y valoró su apoyo a "las protestas nacionales que llevó a cabo el movimiento sindical".
Asimismo, Patricio Walker (DC) tuvo sentidas palabras para "este hombre culto, brillante, con un rigor intelectual reconocido ampliamente, pero a la vez, un hombre de una humanidad y cercanía impresionante. Fue un valiente contra la dictadura y un artífice de grandes acuerdos en momentos complejos, como fue la vuelta a la democracia".
Soledad Alvear (DC) afirmó que fue "un gran político que enorgullece a todos los demócratas cristianos. En los años sesenta como canciller de Eduardo Frei Montalva se la jugó por la integración de América Latina, y en plena dictadura fue un actor clave para la recuperación de la democracia". Recordó además "el destacable papel que le tocó cumplir como Presidente del Senado lo que fue clave en la transición de la dictadura a la democracia".
Una opinión similar expresó el senador RN Francisco Chahuán lamentó la muerte del ex titular de la Cámara Alta y sostuvo que su partida "enluta nuevamente a Chile y su legado cobra cada día más fuerza cuando el país tiende a la división". Agregó que "fue un hombre que siempre se preocupó de generar entendimiento a través del Acuerdo Nacional, de los procesos de recuperación de nuestra democracia y tuvo un rol fundamental para los efectos de articular la democracia que hoy día tenemos".
La senadora DC Ximena Rincón aseguró que Chile tuvo la suerte de contar durante más de 90 años con el talento y los valores del ex canciller y ex Presidente del Senado. "Desde diversos ámbitos, don Gabriel siempre trabajó pensando en el bien de Chile. Nos deja un gran hombre, sin embargo queda su legado lleno de consecuencia entre el hablar y el actuar, pero por sobre todo, queda su capacidad de dar luchas trascendentes", puntualizó.
Mientras que la senadora socialista Isabel Allende se declaró muy afectada, puesto que "tenía una relación muy cercana con él, con su familia y en particular con su hijo Juan Gabriel, con quien compartimos el exilio en México".
"Con Gabriel Valdés estuvimos juntos en muchas tareas, a veces afuera del país y también en Chile, había mucho cariño y teníamos una relación muy cercana. El era un hombre muy simpático y muchas veces me narraba anécdotas que tuvo con mi padre y que le tocó vivir muy de cerca", expresó.