Enríquez-Ominami dice que ofensiva oficialista por caso tsunami refleja "paranoia" del Gobierno

SANTIAGO.- El presidente del PRO, Marco Enríquez-Ominami, dijo este domingo que la ofensiva encabezada por el oficialismo en contra de Michelle Bachelet y sus ministros, a raíz de la formalización de ocho personas por la fallida alerta de tsunami el pasado 27 de febrero de 2010, es una "pelea predecible" que refleja el "estado de paranoia" del Gobierno. 

Respecto a las críticas realizadas por los parlamentarios de la UDI y RN a las ex autoridades de la administración Bachelet y a la propia Presidenta, el ex candidato presidencial manifestó que se trata de "una pelea bien predecible", que se debe al escaso apoyo mostrado por el Gobierno de Sebastián Piñera entre la ciudadanía.

"El hambre del Gobierno de hacer esto es un viejo truco. El gobierno está en estado de paranoia, y que ya teme que todo el mundo se lo quiere comer, y entonces tiene que repartir cachetadas para poder demostrar coraje", manifestó.

Sin embargo, Enríquez-Ominami se sumó a las voces que piden que las autoridades a cargo del Gobierno de la época asuman sus errores en la catástrofe ocurrida tras el terremoto. "Es hora de que la responsabilidad política se aplique. Eso enferma a los ciudadanos, irrita a los chilenos, el que nunca nadie paga sus errores", dijo.

Propuestas financieras

Enríquez-Ominami, junto al vicepresidente del PRO, Camilo Lagos, presentó durante este domingo una serie de propuestas para reformar el sistema financiero, las cuales son complementarias con la recién aprobada Ley Dicom, y que están orientadas a la protección de las personas ante los abusos.

Entre las medidas, destaca la intención de aumentar las facultades fiscalizadoras de las Superintendencias de Bancos e Instituciones Financieras, la de Valores y Seguros, de AFP y la de Previsión Social, así como del Sernac, y la creación de una Superintendencia del Retail y un Sernac Financiero.

Además,  se propone la regulación de la entrega de Información Comercial de las Personas considerando su historial financiero, y una regulación de los intereses para los créditos de consumo, y la obligación de devolver sobre tasas por riesgo, a medida que las personas vayan cumpliendo sus compromisos.