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Las reacciones más "locas" de chilenos ante los temblores

Decir garabatos, taparse los oídos y hasta ponerse a zapatear son algunas de las excéntricas acciones de muchas personas ante un fuerte remezón.

21 de Abril de 2012 | 09:02 | Por Natacha Ramírez y Leonardo Núñez, Emol
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Cristián Soto , El Mercurio (imagen de archivo)

SANTIAGO.- Pese a la sorpresa que causó el video de un grupo de evangélicos que siguieron bailando mientras ocurría un fuerte sismo en Rancagua, y más recientemente el de Nicole Moreno ("Luli") corriendo despavorida gritando en plena calle durante el último temblor, ambos no son los únicos ejemplos de reacciones "extremas" durante un movimiento telúrico.


Personas que comienzan a lanzar garabatos o zapatear, se ponen en cuclillas o se levantan de la silla de ruedas y comienzan a correr son algunos ejemplos de lo que es capaz de hacer la gente ante situaciones de extrema tensión.


Revise aquí algunas de las reacciones más insólitas que han adoptado distintos chilenos a quienes se les movió el piso.

Reacciones extremas









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"Terremoto y la con..."


 


Juan Pablo Riquelme se considera un tipo tranquilo, "estilo zen", que no mataría ni una mosca. Pero todo cambia cuando algún sismo lo sorprende en su trabajo, frente al computador, ya que pierde toda la compostura y empieza a proferir todo tipo de garabatos. "Mi garabato más habitual en estos casos es 'concha...' repetido varias veces y fuerte". Explica que quizás no reacciona así por miedo, sino por la "desesperación de tener que quedarme escribiendo en el computador mientras los demás salen arrancando". "De repente, dentro de mi tranquilidad, tengo que gritar para liberar la adrenalina de alguna forma", afirma.


 



 










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Posiciones para calmar el miedo


 


Otra técnica inusual ante sismos la practica Mónica Cruzat y consiste en taparse los oídos mientras tiembla. "Me sirve para calmarme. Mi mamá hacía lo mismo y yo la imitaba cuando chica". Recuerda que una vez "vino un temblor cuando estaba en una comida en el Club Árabe de Quillota y cuando empezó me subí arriba de una mesa y salté por todas las demás mesas hasta llegar a la calle, y me tapé los oídos". Una técnica similar realiza su hija, Ana María, pero con una variación: Cuando hay un sismo, se pone en cuclillas para aminorar la tensión.


 


 


 










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"Levántate y camina"


 


Otro caso para no creer es el de Teresa Campos (67), quien debe usar una silla de ruedas por un grave problema de cadera. Pero cuando ocurre un remezón, es la primera en "correr". "Me da un impulso y arranco no más. Como que me nace una fuerza de adentro y después me doy cuenta que estoy caminando sola. Para el último temblor llegué caminando hasta el living, recorrí toda la casa". Pero ella no es la única. Sebastián cuenta que su abuelo Ricardo (90) es el más veloz en esas circunstancias. "Una vez estábamos durmiendo en un departamento de un tercer piso y cuando empezó a temblar todos se levantaron y no encontraban al tata. Y de repente cachan que la puerta estaba abierta y el tata estaba en el primer piso, vestido. Con los zapatos puestos y los calcetines en los bolsillos porque no se los alcanzó a poner. Nadie sabe como bajó", dice.


 


 


 










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¿Terre... qué??


 


Cuando la impresión es demasiado fuerte incluso se puede llegar a perder la memoria, como le ocurrió a Teresa la noche del 27/F en Curicó. "Me vino el pánico y no me di cuenta de nada, creo me sacaron para afuera, pero como que no me acuerdo de lo que pasó. Llegaron unos familiares a vernos y no me acuerdo de haberlos visto. Yo lo único que hacia era preguntar por mi hija, y la gente que me decía ‘pero si estuviste recién conversando con ella’, pero yo no me acordaba que me había llamado por teléfono. Como que andaba en otra".




 


 










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Se desplomó


 


Otras personas hasta llegan a perder el conocimiento debido al impacto o estrés que les provoca la situación. Esto le ocurrió a Giovanna Ghidini (29) la noche del 27/F. "Cuando empezó a temblar mantuve la calma. Después llegó mi mamá desesperada y la traté de calmar, yo súper compuesta, con el control absoluto de la situación. Pero después, cuando terminó, y mi mamá fue a buscar una vela yo me empecé a sentir débil y me fui gateando a la cama, me logré afirmar y cuando llegó mi mamá con la vela me encontró desmayada", relata. Cree que "fue como una reacción después de tanta adrenalina y estrés".


 


 








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Mientras todos bajan, ella sube


 


María Paz (17) reacciona

Los expertos coinciden en que éstas son distintas estrategias que utilizan las personas para liberar la ansiedad que les produce un movimiento telúrico.

Por esto, en general, cuando estas reacciones no complican a quien las realiza ni dañan al resto, lo mejor es dejar que lo sigan realizando. Sin embargo, cuando la situación se vuelve problemática y la persona lo pasa mal es necesario buscar ayuda.


También es aconsejable solicitar asesoría profesional cuando el estrés que provoca los temblores se extiende por más de un mes y no permite a la persona funcionar adecuadamente, impidiéndole realizar ciertas actividades que antes hacía.


Pese a todo, durante el temblor siempre es preferible tratar de mantener la calma, sobre todo si se está a cargo de menores, quienes necesitan que los adultos les proyecten seguridad.

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