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Alumnos del Instituto Nacional y del Liceo de Aplicación retoman sus establecimientos

Los estudiantes justificaron la medida porque el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, "no respetó los acuerdos".

13 de Agosto de 2012 | 17:20 | Por Eric Ulloa Morales, Emol
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Vía Twitter (@paolanovoa)

SANTIAGO.- Sólo un par de horas alcanzaron a estar desocupados por alumnos las dependencias del Instituto Nacional y del Liceo de Aplicación que por la mañana habían sido desalojados por parte de Carabineros.


Pese a que la asamblea estudiantil del primero de los recintos arrojó un rechazo a la medida de presión del 54 por ciento (1.717 estudiantes) contra un 46 que la avaló (1.517), un grupo de descolgados tomó sillas y mesas, y faltó a la determinación acordada.


La acción es acompañada de cortes de tránsito en plena Alameda con Arturo Prat, provocando graves atochamientos.


Similar situación ocurre en avenida Ricardo Cumming, donde más de 200 jóvenes retomaron las dependencias de su edificio.


"Somos como 300 compañeros que ocupamos nuevamente el colegio para poner en la palestra la Ley Hizpeter y además tener un espacio de organización para coordinarnos, ya que en horario de clases son disminuidos los tiempos y espacios que tenemos", dijo a Emol el relacionador público del Centro de Alumnos del Aplicación, Álvaro Arancibia.


Según el representante estudiantil, el objetivo de las medidas de presión es "reactivar" el movimiento, pese a que reconoció que "mantienen sólo contactos esporádicos" con otros colegios en toma.


Tanto el Instituto Nacional como el Liceo de Aplicación habían sido desalojados durante la mañana. El primero de ellos, tuvo una corta duración, luego de que personal de Fuerzas Especiales ingresara al establecimiento.


En el segundo, en tanto, se registraron incidentes y 13 detenciones, después que efectivos policiales arribaran al lugar con una orden de desalojo.


La molestia de los jóvenes radicó en que el Liceo de Aplicación era uno de los cinco recintos educacionales que permanecían en toma con autorización del alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett. El resto era el Liceo Cervantes, el Darío Salas, Amunátegui y el Manuel Barros Borgoño.


Dicha propuesta radicaba en que aquellos alumnos que quisieran seguir en toma lo pudisen hacer, pero permitiendo que quienes deseen estudiar asistan a clases. Todos en el mismo edificio.


"Él no respetó los acuerdos e incumplió sus promesas. Ésa es otra razón por la que nos volvimos a tomar el colegio", acusó el relacionador público del Centro de Alumnos del Liceo de Aplicación, Álvaro Arancibia.

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