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Santiago: Sábado 20 de abril del 2024 | Actualizado 01:25
SANTIAGO.- Limpió los restos de sangre y presionó a sus hijos para que no la delataran. La coartada le duró unas 15 horas, pero finalmente fue descubierta.
Se trata de Verónica Laura López Cifuentes (41), quien asesinó a pedradas a su esposo Luis Fernando Díaz Vergara (40), en medio de un episodio de violencia intrafamiliar, en la población La Pincoya de Huechuraba.
El subprefecto Víctor Arriagada, jefe de la Brigada de Homicidios (BH) Metropolitana de la PDI, sostuvo que la compleja situación ocurrió en la madrugada de ayer, cuando Díaz Vergara llegó en estado de ebriedad hasta su vivienda en el pasaje El Tabo de la citada población.
Allí comenzó una discusión entre él y su esposa frente a sus hijos de 14 y 4 años, la que fue subiendo de tono.
El altercado terminó cuando la dueña de casa tomó una piedra que usaba como adorno y comenzó a golpear en la cabeza y el rostro al hombre con el que se había casado hace 23 años.
A raíz de los golpes, Díaz Vergara intentó huir hacia la calle, pero la agresora lo alcanzó en el antejardín de la vivienda, donde siguió golpeándolo hasta dejarlo inconsciente.
Minutos después, hasta el lugar llegó el hijo mayor de ambos, quien trasladó a su padre hasta el SAPU La Pincoya, pero éste falleció a raíz de las graves lesiones.
En tanto, según informó Arriagada, la mujer limpió el sitio del suceso y presionó a sus hijos para que declararan ante la policía que su padre había llegado en ese estado desde la calle.
Pero, los peritos de Lacrim encontraron rastros de sangre de la víctima en el interior de la vivienda y el menor de 14 años confesó finalmente lo ocurrido a los efectivos policiales, por lo que su madre fue detenida.
Esta mañana, mientras salía del cuartel de la Brigada de Homicidios en Providencia, para ser formalizada, López señaló que su víctima siempre la maltrataba cuando llegaba ebrio a la casa, situación que fue corroborada por sus familiares ante la PDI.
Sin embargo, hasta esta mañana los detectives no habían encontrado la existencia de denuncias formales de violencia intrafamiliar en sus registros, en la fiscalía o en Carabineros.
