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Secta que incineró a bebé: Buscan a cómplices en zona de La Araucanía

Se trata de Pablo Undurraga Atria, Josefina López Núñez y Carolina Vargas San Martín, quienes continúan fugitivos.

26 de Abril de 2013 | 12:06 | Por Francisco Águila Vega, Emol
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Ramón Gustavo Castillo Gaete, alias ''Antares de la Luz.

SANTIAGO.- Tras la detención y formalización de cuatro miembros de la secta que quemó vivo a un recién nacido en un fundo de Quilpué, los efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) iniciaron este viernes las diligencias para dar con el paradero de otros tres integrantes de la agrupación que se encuentran prófugos.


Según informaron fuentes policiales a Emol, Pablo Undurraga Atria (28), Josefina López Núñez (24) y Carolina Vargas San Martín (28) están siendo buscados intensamente tanto en la zona lacustre de La Araucanía como en la zona central del país.


Al respecto, el jefe de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE), subprefecto Miguel Ampuero, sostuvo que "esperamos lograr la detención de los tres integrantes lo antes posible. De aquellos que se encuentran en el país".


Trascendió que en la zona sur, Pablo Undurraga tendría un familiar cercano, que ya indicó a la PDI que no tenía información respecto de él, sin embargo el rastreo continúa.


En el caso de Ramón Gustavo Castillo Gaete (35), alias "Antares de la Luz", líder de la organización, Interpol Chile ya inició las conexiones con su par peruano para dar con el paradero del sujeto, ya que de acuerdo a las primeras informaciones, habría formado una segunda agrupación en ese país.


"El líder tiene un poder de convencimiento espectacular. Él está formando una secta en Perú, donde una chilena sería integrante. Aún no hemos hablado con la familia de ella. No  hemos tenido el tiempo, porque estamos trabajando en la búsqueda de los otros tres integrantes de la secta", señaló.


El jefe policial informó también que Castillo salió por el Aeropuerto Internacional en febrero pasado, tras ser alertado respecto de la investigación que estaba realizando su unidad.


"En ese tiempo no teníamos pruebas concretas en su contra. Su fuga se debe a que una de las integrantes le avisa que estamos haciendo preguntas sobre la secta, él se percata de esta situación y se va del país por lo mismo. Teníamos antecedentes respecto de él, pero teníamos que lograr pruebas científicas y eso se da después de encontrar el hueso humano", explicó.


"Nosotros pensamos que la guagua había sido vendida, pero después que tuvimos antecedentes de lo que ocurrió, empezamos a hablar con las familias", sostuvo Ampuero, añadiendo que sólo después del macabro hallazgo en el fundo Los Culenes de Colliguay, en Quilpué, se dieron las órdenes de detención contra los integrantes del grupo.


Ayuda de la comunidad y problemas mentales


El subprefecto Ampuero sostuvo que desde la tarde de ayer, la comunidad comenzó a llamar al nivel 134 de la PDI con el fin de entregar diversos antecedentes respecto del paradero de los integrantes de la secta que continúan prófugos, datos que ya están siendo trabajados por los efectivos de la BIPE.


"El llamado a la comunidad es, que si ven a cualquier integrante es que llamen a la PDI para que respondan por los hechos", solicitó.


Ampuero también desestimó los dichos del abogado defensor de Natalia Guerra (25), madre del lactante que fue sacrificado en el ritual, respecto a que ella había sido manipulada por Ramón Castillo. 


"Todo son normales. Todos trabajaban. Ellos se reunían los fines de semana y tenían sus tareas normales, entonces no creo que haya sido así. Las defensas pueden aplicar todas sus estrategias, pero nosotros no tenemos conocimiento de esa situación. De hecho en el momento del sacrificio de la guagua estaban todos conscientes, porque el consumo de ayahuasca comenzó a contar del 1 de diciembre", indicó.


El fiscal del caso, Juan Emilio Gatica, coincidió con el jefe policial en que ninguno padecía alguna enfermedad psiquiátrica, pero anunció ayer que solicitaría exámenes de ese tipo para los imputados.


En conversación con radio Cooperativa, el persecutor sostuvo que "claramente aquí hay una planificación, hay medios, se arrendaron casas, hay automóviles, hay traslados. Cada uno de los imputados tuvo algún grado de participación y colaboró en que el 23 de noviembre en el sector de Colliguay, comuna de Quilpué, se diera muerte a este recién nacido".

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