Senado comienza discusión para votar proyecto que crea Acuerdo de Vida en Pareja

SANTIAGO.- Después de dos años de tramitación, esta tarde la sala del Senado votará, en segundo trámite constitucional, el proyecto de ley que crea el Acuerdo de Vida en Pareja (AVP), el que regula la convivencia entre parejas del mismo sexo y heterosexuales.

La iniciativa, que es una promesa de campaña del Presidente Sebastián Piñera, es una fusión del proyecto del Ejecutivo con el que presentó el ex senador Andrés Allamand, a lo que se suman las modificaciones introducidas en la Comisión de Constitución del Senado.

El proyecto de ley crea un nuevo estado civil, el de "conviviente legal", que se puede formalizar en el Registro Civil, al igual que los matrimonios. Además, los conflictos que se puedan presentar producto de esta unión se resuelven en los tribunales de familia.

El proyecto es respaldado por los parlamentarios de la Nueva Mayoría y de RN, con excepción de algunos, entre ellos su presidente, Carlos Larraín. Mientras que en la UDI la posición mayoritaria es de rechazo.

La discusión del proyecto en la sala del Senado se inició pasadas las 16:00 horas, precisamente con la intervención de Carlos Larraín, quien cuestionó que el APV otorgue "las mismas ventajas del matrimonio, pero no impone ninguna de sus obligaciones, como el hogar compartido o la fidelidad".

A esto se suma que el AVP es disoluble unilateralmente en cualquier momento. "O sea que podría durar una semana, va a crear un soberano enredo, en teoría alguien puede casarse diez veces en un año", afirmó el legislador.

Larraín advirtió que si este proyecto se aprueba, se pueden anticipar algunas lamentables consecuencias, como que "desalentará el matrimonio, que es base principal de la familia, y privará a muchos de esa base de protección". "(El AVP) traerá muchos frutos amargos que tardan en madurar, pero que serán inevitables", señaló.

También se mostró en contra de la iniciativa, con argumentos parecidos, el senador de ese partido José García (RN), quien sostuvo que el APV "es tan parecido al matrimonio que vale la pena preguntarse qué interés habrá en contraer matrimonio si con el APV se alcanzan los mismos derechos, sin las mismas obligaciones". "De aprobarse, los contrayentes no tendrán ningún incentivo para decidir por el matrimonio", afirmó.

"Amparo legal para parejas que conviven"

Por el contrario, a favor de aprobar el proyecto se han manifestado los senadores de la DC. Su presidente, el senador Ignacio Walker, argumentó que actualmente las parejas que conviven se encuentran "en una situación de gran vulnerabilidad y precariedad", por lo que se requiere de un marco jurídico que regule esa relación.

No obstante, pese a respaldar este proyecto, dejó en claro que en un futuro no apoyará una iniciativa que impulse el matrimonio homosexual. "Yo soy de los que cree, y anticipo mi opinión, que el matrimonio es por su naturaleza jurídica un contrato entre un hombre y una mujer", subrayó.

En la misma línea, Hosaín Sabaj (DC), si bien respaldó el proyecto, aclaró que "no se puede considerar un paso previo al matrimonio homosexual", sino que el fin del APV es resolver problemas prácticos de las parejas que conviven, como la posibilidad de ser cargas legales o tener derechos sobre el patrimonio.

Un férreo respaldo a la iniciativa también manifestó el senador de RN Alberto Espina, quien sostuvo que "es de una arbitrariedad inaceptable que si dos personas son homosexuales no tengan hoy día ninguna posibilidad jurídica de regular una relación que nace del afecto".

"Qué razón existe para que dos personas que son seres humanos, que tienen una relación afectiva, pero que son homosexuales no puedan tener un amparo legal para que se regule su relación afectiva, de cariño", afirmó.

Por esa razón, sostuvo que "a este proyecto le doy un valor moral enorme, porque el Estado de Chile, que es inclusivo, abierto y solidario, tiene que permitir que se regulen las relaciones que existen entre seres humanos, sobre todo cuando nacen del cariño".

Se estima que en Chile existen cerca de dos millones de personas que conviven, según datos del último Censo.