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La única construcción que escapó "milagrosamente" de las llamas en el cerro Ramaditas

La sede vecinal de la población Sor Teresa ahora funciona como centro de acopio, luego de salvar del fuego que arrasó con 200 viviendas en el sector alto de Valparaíso.

14 de Abril de 2014 | 14:29 | Por Andrea González, enviada especial a Valparaíso
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Andrea González, Emol

VALPARAÍSO.- "Fue un milagro, no tiene explicación, alrededor de ella se quemó todo", reflexiona en diálogo con Emol el presidente de la junta de vecinos de la población Sor Teresa, Anselmo Villarroel, mientras observa la única construcción que no fue alcanzada por las llamas, luego de la reactivación del fuego que destruyó el sector alto del cerro Ramaditas.


"Esto es lo único que quedó de la población", lamenta cabizbajo el dirigente horas después de la erradicación del incendio que la madrugada de este lunes consumió las 200 viviendas que habían sido levantadas en el lugar.


Villarroel, sin embargo, agradece lo "anormal" de la situación que tras la tragedia dejó a los vecinos con un lugar concreto y seguro para almacenar la ayuda a pasos de esos sitios donde pretenden construir sus hogares con ayuda de voluntarios y familiares.


"Fue con lo único que nos quedamos y por eso debemos aprovecharlo al máximo", agrega, detallando que desde las 08:00 horas de hoy funciona como lugar de acopio y cocina, donde se ha instalado todo lo necesario para una olla común.


"Estamos organizados con los vecinos, porque queremos sacar adelante esta tarea. Sé que es difícil, pero hemos tenido ayuda de mucha gente y Carabineros se ha portado espectacular con nosotros", expresa.


Sede cultural y educativa


Respecto a las actividades que se efectuaban hasta ayer en el lugar -construido sólo con materiales ligeros tras ganar un proyecto de Un Techo para Chile-, Anselmo Villarroel detalla que "se realizaban tutorías para los niños, clases de reforzamiento y talleres educativos y culturales".


Asimismo, cuenta, era el centro de las reuniones vecinales y actividades solidarias durante los casi 12 meses que alcanzó a funcionar antes de la tragedia.


Ahora, menciona el dirigente, sólo queda mantener las esperanzas "para que todo salga bien y poder reconstruir las viviendas que en cosa de minutos dejó a 200 familias sin hogar".

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