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"Mensajero de la vida": Historia de un himno

El himno de la visita del Papa a Chile fue compuesto por Eugenio Rengifo, uno de los integrantes de los Huasos de Algarrobal, quien recibió una “especial” inspiración para escribir la canción.

04 de Abril de 2005 | 12:31 | El Mercurio en Internet
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Juan Pablo II: Mensajero de la vida
Escuhe la canción

Padre bueno, Santo Dios,
Hoy bendecimos Tu nombre
En esta tierra que alumbra Tu luz
Te damos gracias, Señor.

Te damos gracias por tu hijo Jesús
Y por su apóstol Juan Pablo
En este Chile que busca Tu luz
Te damos gracias, Señor.

Mensajero de la Vida,
Peregrino de la Paz:
Dános el pan de la palabra,
El pan de la esperanza,
El pan de la verdad.

Mensajero de la Vida,
Peregrino de la Paz:
Vamos juntando nuestras manos,
Cantando como hermanos
Un canto de unidad.

Padre bueno, Santo Dios,
Dános Tu espíritu divino;
El nos ayude a construir
Nuestra reconciliación.

Madre de Chile, Madre de Dios,
Virgen del Norte y del Sur:
Oye a tu pueblo, únete a su voz,
Escucha nuestro clamor.

Eugenio Rengifo.
SANTIAGO.- El encuentro de Juan Pablo II con los jóvenes chilenos, el 2 de abril de 1987, fue una de las actividades más emblemáticas de la visita papal a nuestro país.

Ese día, entre otras cosas, dijo una de las frases más recordadas de su visita: “No dejéis de mirarlo a él”, mientras apuntaba a la imagen de Jesús que estaba en el marcador electrónico.

Eugenio Rengifo y Los Huasos de Algarrobal también vivieron una jornada especial ese día. Por primera vez, durante los 6 días que duró la estadía de Karol Wojtyla en Chile, cantaron en vivo el himno que Rengifo había compuesto para la visita del Pontífice.

Historia de una canción

“Papá, viene el Papa a Chile, tú tiene que escribir la canción”, le dijo Josefina en 1986 a su padre, cuando se confirmó la visita. Así recuerda Eugenio Rengifo el momento en que decidió componer “Mensajero de la vida”, aún antes de que los encargados de organizar el viaje de Juan Pablo II a nuestro país se contactaran con él para que participara en el proceso de selección oficial del himno.

Él ya había escrito canciones religiosas y en esa ocasión fueron los valores de la familia los que lo inspiraron para escribir la letra. En la grabación del himno participó además un coro compuesto por los hijos y las esposas de los músicos.

Los momentos que vivió en el Estadio Nacional, el compositor los define como “emocionantes”, el coliseo deportivo estaba lleno y era la primera vez que interpretarían la canción frente al Santo Padre.

La experiencia volvió a repetirse al día siguiente, cuando el grupo estuvo presente en el Templo Votivo de Maipú, para coronar la imagen de la Virgen María.

Un recuerdo especial

Otro momento que marcó a Eugenio Rengifo fue la visita que realizó junto a los Huasos de Algarrobal al Vaticano en 1993, para la canonización de Sor Teresa de los Andes.

Ellos habían compuesto el himno oficial para esa ceremonia y fueron recibidos por el Papa junto a la delegación oficial que viajó a Roma.

En el encuentro ellos interpretaron "Mensajero de la vida" y en un gesto que Rengifo califica como "el más especial de mi carrera", Juan Pablo II se paró, los tomó de las manos y se unió a ellos para cantar la canción.
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