CENTRO ESPACIAL DE HOUSTON.- Completada su tarea más importante, la tripulación del transbordador espacial Atlantis aguardaba para ver si un problema de pilas en la estación espacial internacional demorará un día más su estada en la estación orbital.
La norteamericana Susan Helms y el ruso Yuri Usachev conectaron la cuarta y última pila al compartimiento ruso de control anoche, antes de lo previsto. Ahora, los controladores de vuelo rusos y estadounidenses deben cargar y probar las pilas antes de reactivar la estación a toda marcha.
Si todo sale como está previsto, los siete tripulantes del Atlantis se proponían cerrar la estación en preparativo para el desacople de mañana.
Pero el programa podría cambiar si la NASA no logra solucionar un pequeño problema con una de las pilas. Los controladores de vuelo recibieron informaciones erróneas cuando se cargaba la tercera de las cuatro pilas.
Si se trata de un mero error de comunicación, como suponen, la pila está bien y los astronautas podrán partir de la estación espacial a tiempo. De otro modo, el Atlantis podría quedar acoplado a la estación un día más, en cuyo caso el aterrizaje sería aplazado hasta el martes.
Los controladores de vuelo en Houston y Moscú analizaban la situación y se anticipaba una decisión en las próximas horas.
Mientras el resto de la tripulación descargaba suministros y terminaba de instalar otros equipos anoche, el comandante James Halsell y el piloto Scott Horowitz dispararon los cohetes de dirección del Atlantis 27 veces a lo largo de una hora, a fin de elevar la órbita de la estación unos 14,5 kilómetros.
La estación sigue ahora una órbita casi circular con apogeo de 363,5 kilómetros y perigeo de 355,5 kilómetros. Halsell y Horowitz harán otra maniobra en las próximas horas para poner a la estación de 135 toneladas en una órbita definitiva de 370 kilómetros.
