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Descubrimiento permitirá identificar pacientes con riesgo cardíaco

Los investigadores calculan que las personas cuya pared del corazón tenga un grosor superior a los 3 centímetros tienen un 40% de probabilidades de paro cardíaco fatal en 20 años. La investigación fue realizada simultáneamente en la Fundación Instituto Cardíaco de Minneapolis y en el Hospital Galliera de Génova, Italia.

15 de Junio de 2000 | 11:57 | Associated Press
NUEVA YORK.- El grosor de la pared del corazón basta para indicar quiénes corren el riesgo de padecer una enfermedad genética que causa la muerte súbita de atletas y jóvenes en general, dijeron investigadores.

El descubrimiento, publicado hoy en la revista New England Journal of Medicine, podría constituir un método confiable para identificar a los pacientes que corren peligro de paro cardíaco mortal debido a una cardiomiopatía hipertrófica.

A estos pacientes se les podrían implantar desfibriladores, que ponen en marcha de nuevo, por medio de un choque eléctrico, los corazones afectados por un paro.

"Las pruebas son bien claras", dijo el doctor William Strong, cardiopediatra de la Facultad de Medicina de Georgia.

La investigación fue realizada simultáneamente en la Fundación Instituto Cardíaco de Minneapolis y en el Hospital Galliera de Génova, Italia.

Los médicos usaron ecocardiogramas, un examen rutinario cardíaco a base de ondas ultrasónicas, en 480 pacientes de 1 a 89 años de edad, a fin de medir el grosor del ventrículo izquierdo del corazón. El engrosamiento de esa pared es la característica de la enfermedad.

Aproximadamente una de cada 500 personas padecen de cardiomiopatía hipertrófica, y del 5 al 10% de ellas sufrirán un paro cardíaco fatal.

Muchos pacientes que padecen el mal evitan los ejercicios físicos agotadores. Pero los investigadores calcularon que aquellos cuyas paredes cardíacas tienen un grosor inferior a 2 centímetros están casi libres del riesgo de un paro mortífero.

Durante los seis años y medio de seguimiento del estudio, 23 pacientes murieron de paro cardíaco.

Los investigadores calculan que aquellos pacientes cuyo grosor supera los 3 centímetros tienen un 40% de probabilidades de paro cardíaco fatal en 20 años.

Los pacientes de mayor riesgo son los más jóvenes, con una edad promedio de 31 años y síntomas poco definidos.

"El reto ha sido siempre identificar al paciente de alto riesgo con la mayor precisión posible. Eso no ha sido nunca más importante que ahora, que tenemos desfibriladores implantables", dijo el doctor Barry Maron, uno de los investigadores de Minneapolis.

No obstante, Strong opinó que es preciso confirmar los resultados de tales estudios antes de que los médicos puedan implantar los desfibriladores en mayor número de pacientes jóvenes.
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