NUEVA YORK.- Diputados y senadores estadounidenses impulsan una nueva ley que otorga a la "firma electrónica" el mismo valor legal de la que se realiza a mano y de frente a una contraparte.
El Presidente Bill Clinton anunció que dará luz verde a la medida que, a partir del primero de octubre, garantizará a las transacciones en Internet el mismo valor de las que se hace tradicionalmente bajo los estándares de la "vieja economía".
Clinton, que firmará la ley en el Salón Oval a la manera tradicional, estuvo entre los sostenedores de la histórica propuesta que ayer el Senado aprobó en segunda lectura y por unanimidad.
"Es una ley que conjuga un valor consolidado, es decir la protección de los consumidores, al espíritu innovador de las nuevas tecnologías", explicó Clinton.
En base a la nueva norma, consumidores y empresas podrán abrir cuentas en los bancos, firmar cheques y completar solicitudes de préstamos y de contratos directamente sobre Internet.
"Por primera vez será posible hacer on-line lo que antes ocurría trasladándose físicamente, gracias a estándares establecidos para todo el territorio nacional", dijo el senador de Arizona John McCain, durante el debate que el viernes condujo a la aprobación del proyecto.
Corresponderá ahora a los consumidores decidir si usan la firma electrónica o recurren, como en el pasado, al bolígrafo.
La ley prevé, por otra parte, que algunos documentos aún sean enviados por carta para tener auténtico valor legal: entre ellos, la cancelación de servicios básicos como el agua, electricidad o gas, las órdenes de un tribunal, los desalojos, baja de seguros médicos y de vida y la documentación de viaje de material peligroso.
"Son sectores que aún merecen cautelas especiales", explicó el senador demócrata por Oregon Ron Wyden.
La nueva modalidad prevé además que los consumidores consientan a la firma de contratos por Internet y a recibir la documentación sólo en línea.
Las sociedades, a su vez, deberán verificar que los clientes tengan direcciones de e-mail operativas y soportes técnicos para recibir la información.
En cuanto a las verificaciones para autenticar la firma electrónica, la nueva ley abunda en vaguedades: los protocolos de seguridad podrían por tanto pasar por una simple "clave" al uso de nuevas tecnologías como un escaner capaz de reconocer las huellas digitales o el iris del firmante.