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Astronautas trabajan en la estación espacial

Un astronauta estadounidense y un cosmonauta ruso, miembros de la tripulación del transbordador Atlantis, realizaron el lunes una prolongada caminata espacial para trabajar en la Estación Espacial Internacional (EEI), a 370 kilómetros sobre la Tierra.

11 de Septiembre de 2000 | 12:46 | Reuters
CABO CAÑAVERAL.- Un astronauta estadounidense y un cosmonauta ruso, miembros de la tripulación del transbordador Atlantis, realizaron el lunes una prolongada caminata espacial para trabajar en la Estación Espacial Internacional (EEI), a 370 kilómetros sobre la Tierra.

El astronauta Edward Lu y el cosmonauta Yuri Malenchenko forman parte de una misión que tiene como objetivo principal continuar la construcción de la estación orbital.

Ambos salieron del Atlantis poco antes de las 0500 GMT y pasaron más de seis horas en el espacio exterior, trabajando en los componentes de la estación espacial, de 13 pisos de altura, a la cual el transbordador estadounidense se encuentra acoplado desde el domingo.

La primera tarea fue entrar al compartimento de carga del Atlantis para tomar las herramientas necesarias a fin de llevar a cabo su trabajo en la EEI, dijo la Dirección de Aeronáutica y Espacio de Estados Unidos (NASA).

Lu y Malenchenko colgaron sus herramientas en unas anillas de seguridad colocadas en una especie de mochila que llevan en sus espaldas y que contiene unos diminutos dispositivos parecidos a cohetes que les permiten desplazarse en el espacio manipulando un mecanismo de control como el de los juegos de vídeo.

"Bien, todo está colocado donde debe estar", dijo Lu a la misión de control en Cabo Cañaveral al abrir la enorme caja de herramientas instalada en la bodega del Atlantis, cuyas enormes puertas se abren hacia los lados de la nave para dejarla totalmente accesible al exterior.

Desde un compartimento presurizado situado detrás de la cabina de mando del transbordador, el astronauta estadounidense Rick Mastracchio manipuló el brazo de la grúa-robot del Atlantis, de 15 metros de largo, para darles a los astronautas una plataforma de trabajo desde la cual se movían hacia los módulos de la estación, explicó un portavoz de la NASA.

Lu y Malenchenko parecían montañistas trepando por los costados de los módulos de la estación espacial para revisar, ajustar y cambiar algunas de sus partes, siempre supervisando que una de sus dos traíllas se mantuviera atada a la nave para no desorientarse en el espacio exterior mientras trabajaban a más de 30 metros del transbordador.

Tras abrirse paso entre una maraña de antenas, paneles solares y estructuras metálicas fijadas en el exterior de los módulos que integran la estación espacial, cuyo funcionamiento es vital para la vida en la EEI, comenzaron a reacondicionar y calibrar una serie de dispositivos, cuyo mínimo desajuste puede significar semanas de problemas para los técnicos en Tierra.

"Ellos hacen parecer esto increíblemente fácil, pero es probablemente uno de los trabajos más difíciles que jamás hayan llevado a cabo los seres humanos en el espacio", dijo Milt Heflin. el director de operaciones de la misión del Atlantis en la NASA.

Lu y Malenchenko disfrutaron de una visión sin paralelo mientras trabajaban, con el espacio a sus espaldas y la Tierra -reluciente en un contraste de tonos azules y pardos- como un espejo frente al cual pasaban las sombras de los astronautas, cuyos gruesos trajes y lentos movimientos hacían parecer irreales sus figuras.

La mayor parte del tiempo, ambos lo pasaron conectando cables y calibrando circuitos que tienen la finalidad de que el módulo ruso Zvezda -que se acoplará a la EEI en varias partes durante próximas misiones- reciba electricidad procedente de la energía captada por un nuevo sistema de paneles solares elaborado por los científicos del programa espacial estadounidense.

Aunque Lu y Malenchenko usaban trajes espaciales estadounidenses, trabajaron con herramientas fabricadas en Rusia para hacer las conexiones destinadas al módulo Zvezda. Ambos se entrenaron tanto en Estados Unidos como en Rusia y hablan con fluidez los idiomas de los dos países.
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