SANTIAGO.- El Premio Príncipe de Asturias de Cooperación 2002, concedido hoy al Comité Científico para la Investigación de la Antártida (SCAR), alienta a "unos científicos muy especiales, altruistas y sacrificados, en el único continente en el que no circula el dinero".
Así reaccionó hoy el vicepresidente del SCAR, el investigador chileno José Valencia, al recibir la noticia del fallo del jurado reunido en Oviedo, España.
José Valencia, miembro también del Grupo de Especialistas en Asuntos Medioambientales y de Conservación del SCAR, afirmó que este premio "es un reconocimiento a varias generaciones de científicos con unas preocupaciones muy especiales, porque investigar en la Antártida es muy diferente a hacerlo en cualquier otro lugar".
"La Antártida es el único continente que no está poblado de forma continua, libre de desarrollo ambiental y de comercio, y aunque hemos sufrido los embates de los recortes presupuestarios de los comités nacionales, es el único lugar del mundo donde no circula el dinero", sostuvo.
"Allá se cumple el que todos los hombres son hermanos, cualquier necesidad es satisfecha con la ayuda desinteresada de los demás", indicó.
"Espero que ahora -con este premio- el mundo mire más hacia estos científicos altruistas que nunca tienen vacaciones, pues en invierno trabajan en sus respectivos países y el verano abandonan a sus familias para ir a la Antártida", añadió.
El Comité Científico para la Investigación de la Antártida está integrado por 32 países, y es uno de los más importantes asesores del Tratado Internacional sobre la Antártida.
El jurado, reunido en Oviedo, reconoció hoy la cooperación internacional "en defensa del medio ambiente en el único continente en el que reina la paz" y donde varios países involucrados en conflictos trabajan unidos en este proyecto de investigación.
El año pasado obtuvo el premio la Estación Espacial Internacional, y en años anteriores políticos como Fernando Henrique Cardoso, Helmut Kohl, Mario Soares, Isaac Rabín, Yaser Arafat, y causas como la de los Cascos Azules de las Naciones Unidas en la antigua Yugoslavia o la defensa de la dignificación de la mujer.
