“Identificamos los cuello de botellas, elaboramos estrategias concretas y arremangados salimos a buscar los inversionistas”, expresó Orlando Jiménez, de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), con optimismo contagiante ante las alternativas de energía renovable para Chile.
Él fue uno de los expositores del seminario internacional “Sin petróleo y sin gas, pero con ideas”, que termina el viernes 27 en Santiago.
El evento, celebrado en la FAO, es organizado por la Universidad Austral y la Corporación Chile Ambiente.
Jiménez dijo que la Corfo, que en su historia ha creado 3 mil empresas, tiene un interés constante en el tema. Dio cuenta de un ejercicio teórico para demostrar que los buenos proyectos de energía no convencionales son competitivos y rentables.
“Quienes no lo creen, al menos mantengan la duda”, agregó, al momento de precisar que la venta de bonos de carbono aumenta aún más la rentabilidad.
“Así y todo podrán confrontar un riesgo comercial a partir del 2010 debido a la caída de los precios que tendrán las fuentes renovables”, enfatizó.
Habló de energía eólica, de centrales de pasada y biomasa.
Informó que Corfo seleccionó para este año 40 proyectos de factibilidad que, en su conjunto, podrían generar 300 MW de capacidad instalada con un inversión de 440 millones de dólares.
Corfo financia hasta 50 mil dólares por proyecto de estudio.
Destacó, además, que las recientes modificaciones a la Ley Corta 1 y 2 abren una ventana al mercado para proyectos de hasta 20MW.
No obstante, Orlando Jiménez criticó la disparidad de criterios que han tenido las Comisiones Regionales del Medio Ambiente al evaluar los proyectos. Por ejemplo, algunos de ellos deben cumplir con más de 40 permisos ambientales, lo que retrasa todo el sistema.
En reemplazo de Marta Ábalos, directora del Instituto de Investigación Forestal (Infor), Patricio González abordó la biomasa como fuente de combustible, con una participación del 14,4% en el consumo mundial de la energía.
Para el caso de Chile, se refirió a la leña y a los desechos forestales, de cosechas agrícolas y madereros. Incluyó los pellets, procedentes de la limpieza de la industria de la celulosa, como residuos prensados que adquieren forma de cilindros.
“Sólo en el bosque nativo hay un potencial de 3 millones de Ha para intervenir, aseveró. A ello sumó 3,1 millones de toneladas/año de desechos forestales, que podrían dar entre 7 y 15 mil MW/año, y los residuos madereros, concentrados en la VII y X Regiones, con posibilidad de usar 5,5 millones metros cúbicos.