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Santiago: Viernes 19 de abril del 2024 | Actualizado 11:52
SANTIAGO.- Un importante paso en el camino para combatir el origen y las serias secuelas que pueden ocasionar los ronquidos y las apneas de sueño dio el médico chileno Augusto Larraín, especialista en problemas esofágicos de la Clínica Servet, al crear el primer tratamiento farmacológico capaz de controlar casi completamente los molestos ronquidos y las primeras etapas de las apneas observadas.
La investigación fue realizada junto al médico estadounidense de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, Charles Pope.
El medicamento formulado por Larraín se denomina Faronkal-60 y fue desarrollado con financiamiento de Chile Innova de CORFO, a partir de la combinación de domperidona y pseudoefedrina, dos fármacos genéricos conocidos y utilizados desde hace más de 30 años por separado, pero que nunca se habían usado en conjunto ni para estos fines, consiguiendo una excelente tolerancia y eficacia en el tratamiento de pacientes roncadores severos y con apneas observadas.
La nueva droga permite disminuir y hasta eliminar estos ronquidos, que afectan principalmente a varones con sobrepeso y mayores de 50 años. De acuerdo a un estudio en Estados Unidos de la Academia de Otorrinolaringología, se calcula que el 25% de los adultos normales ronca habitualmente, condición que se agrava con la edad y ante la ingesta de alcohol y tabaco.
Más sorprendente aún es el resultado que el medicamento ha logrado sobre las apneas de sueño —o interrupción de la respiración mientras la persona duerme—, que afectan progresivamente a cerca del 80% de los roncadores severos.
Faronkal ha conseguido controlar y suprimir las apneas observadas, al menos en sus primeras etapas, lo que implica un importante avance científico a nivel mundial, ya que, hasta ahora, este padecimiento no había respondido a ningún tratamiento farmacológico.
“El roncar severo o molestoso no constituye aparentemente una enfermedad. Puede ser socialmente desagradable, lo que evidentemente puede modificar una relación porque quien ronca no se da cuenta de lo que esta sucediendo, pero puede convertir la cohabitación en algo insoportable”, explica el doctor Augusto Larraín.
“Sin embargo, roncar también puede ser peligroso. Se trata de un fenómeno de volumen progresivo que puede llegar a asociarse a alteraciones del sueño como las apneas, que son la génesis del estrés oxidativo, una alteración del sistema vascular que puede llevar a desarrollar diabetes, hipertensión, obesidad y enfermedades cardiovasculares, entre otras patologías”, agregó el profesional.
Los resultados del tratamiento con Faronkal son óptimos en personas con un índice de masa corporal (IMC) menor o igual a 30, aunque puede también administrarse a pacientes con un IMC de hasta 35.
