Empleados de Nokia se manifiestan en la entrada de la planta Nokia en Bochum contra los planes de cierre de ésta, lo que supondría la pérdida de al menos 2.300 puesto de trabajo.
EFEBERLÍN.- Atónita quedó la empresa finlandesa Nokia después de la inédita petición que hizo el estado alemán, que después de saber que la planta ubicada en la localidad de Bohum exigió la devolución de 41 millones de euros entregados como subvenciones.
Un portavoz del ministerio de Economía de dicho “Land” comunicó hoy que el instituto financiero público NRW-Bank ha presentado esa demanda ante la dirección de la empresa Nokia GmbH en Bochum.
La devolución reclamada corresponde a subvenciones que fueron abonadas en los años 1998 y 1999.
La empresa finlandesa anunció en enero el cierre de su fábrica en Bochum, que da empleo a mas de 2.300 personas, así como a unos 1.000 trabajadores temporales. Su producción será trasladada a Rumania y Hungría.
El ministerio basa su exigencia en el hecho de que Nokia ha incumplido sistemáticamente desde 2002 sus compromisos de creación de empleo en su factoría de Bochum, por lo que ha tramitado la demanda de devolución de subvenciones a través del NRW-Bank.
A la exigencia de devolución de subvenciones podría sumarse también el Gobierno de Berlín, según señalaron fuentes del ministerio federal de Economía, mientras las autoridades de NRW señalaron que su ministerio de Investigación y Ciencia estudia reclamar fondos cedidos a Nokia para la investigación, toda vez que los resultados de sus estudios no se conocerán en Alemania.
Nokia dice que cumplió
Nokia, el primer fabricante mundial de teléfonos móviles, aseguró haber cumplido e incluso excedido los términos del acuerdo con el Gobierno regional.
Según sus propias cifras, desde 1999 la compañía ha invertido más de 350 millones de euros en su planta de Bochum, lo que supera lo estipulado en el acuerdo.
Este documento otorgaba a Nokia un total de 41,3 millones de euros en subvenciones del Gobierno regional a cambio de que la fábrica creara 2.860 puestos de trabajo.
Gracias a estas inversiones, la plantilla de la factoría pasó de tener unos 500 trabajadores a dar empleo a unas 3.200 personas a partir de 2001.
"El aumento anual de las cotizaciones y de los impuestos relacionados con el personal que ha pagado Nokia supera la suma total de los subsidios recibidos durante los años noventa,” argumentó la compañía.
"Nokia pidió ver los documentos del NRW-Bank relacionados con este asunto, pero fue rechazada. Por tanto, no está claro cómo el banco y el Gobierno han llegado a esta posición,” se quejó la compañía.
El cambio de país
El cierre de la planta de Bochum fue anunciado pese a que obtuvo en 2007 un beneficio bruto de 134 millones de euros, según informaciones publicadas recientemente por el semanario económico alemán Capital.
Dicha información revelaba que cada uno de los 1.500 trabajadores empleados en la producción generó un beneficio de 90.000 euros, a lo que habría que añadir “una suma enorme procedente” de ahorros generados por las subvenciones recibidas den estado federado de Renania del Norte-Westfalia, en el que se encuentra Bochum.
Sin embargo, Nokia estima que esta fábrica supone el 23 por ciento de los costes laborales totales del grupo, mientras que sólo produce el 6 por ciento de los teléfonos móviles de la marca finlandesa.
Además, los salarios en Bochum han crecido alrededor del 20 por ciento en los últimos cuatro años, mientras que el precio medio de los celulares que allí se fabrican ha bajado de 160 euros a 105 euros en el mismo periodo, según Nokia.
La dirección de Nokia justificó el cierre de su planta de Bochum con el argumento de que en Alemania los costes de trabajo son poco competitivos y la planta, por tanto, poco productiva.
La reclamación oficial da una semana a Nokia para responder a la demanda, tiempo en el que el grupo finlandés podrá presentar documentación con la que justificar su política de empleo en la factoría alemana.
La reclamación de las autoridades alemanas a Nokia fue celebrada por el comité de empresa de la factoría de Bochum, uno de cuyos portavoces señaló que la medida “servirá para incrementar la presión sobre la dirección del consorcio.”
Los trabajadores alemanes esperan que la decisión del grupo finlandés pueda llegar a ser revocada y que el cierre de su fábrica no llegue a producirse.
Por otro lado, la Fiscalía de Bochum abrió el pasado 1 de febrero un sumario contra el fabricante de móviles finlandés bajo la sospecha de estafa en relación con las subvenciones recibidas por el estado federado germano de Renania del Norte Westfalia.
El portavoz del departamento de delitos comerciales de la fiscalía, Bernd Bieniossek, explicó entonces que la investigación fue abierta en respuesta a las "denuncias de cinco particulares".