KUALA LUMPUR.- El primer ministro de Malasya admitió hoy martes que su coalición subestimó el poder de Internet, el que la oposición usó extensivamente para ganar un número récord de asientos en las recientes elecciones.
“En la última elección, definitivamente perdimos la guerra de Internet, la caber guerra” dijo el Primer Ministro Abdulla Ahmad Badawi durante una conferencia.
Explicó que fue un serio error por parte de la colación gobernante Frente Nacional el descansar en los diarios y canales de televisión controlados por el gobierno mientras la oposición se ganó a los votantes más jóvenes mediante mensajes de texto en los celulares y blogs.
La colación retuvo el poder pero perdió su tradicional mayoría parlamentaria de dos tercios. La oposición aumentó el número de asientos que mantiene de 19 a 82 dentro del parlamento formado por 222 miembros, además de ganar cinco legislaturas estatales.
Fue la peor derrota para la colación que ha gobernado durante 51 años, a pesar de gastar millones de ringgits –la moneda local- en prensa y televisión durante su campaña.
“Fue un error muy, muy serio de nuestra parte. Fue doloroso….pero llegó en el momento adecuado, no demasiado tarde”, dijo Abdullah.
Libertad de expresión online
Al tener denegado el acceso a los medios controlados por el gobierno, los partidos de oposición se volcaron al Internet para hablar de precios en alza, corrupción y tensión racial y religiosa, temas que calaron hondo entre los descontentos malasios que también estaban disgustados por la cobertura de la coalición gobernante en los principales medios.
El gobierno no censura ni controla Internet gracias a un compromiso hecho por el ex Primer Ministro Mahathir Mohamad cuando trataba de atraer a inversionistas extranjeros de la industria tecnológica a principios de los 90.
De todas maneras, las preocupaciones sobre la libertad online surgieron el año pasado cuando un periódico ligado al gobierno demandó por difamación a dos prominentes blogueros, acusándolos de publicar afirmaciones de difamación hacia los ejecutivos y editores del diario. Aparte, el gobierno también acusó a los blogueros de difundir mentiras y de socavar la estabilidad social.
Además, el año pasado la policía detuvo a un bloguero adepto al partido de oposición por cinco días a raíz de comentarios publicados en sus sitio web que ligaban a un ministro con corrupción.
Después de la debacle de las elecciones, el gobierno de Abdullah suavizó su postura. El nuevo ministro de información Ahmad Shabery Cheek prometió la semana pasada no imponer restricciones a los blogueros.
De la misma forma, un prominente bloguero local, Jeff Ooi ganó un asiento en el parlamento para el partido opositor Acción Democrática.
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