Seminario analiza alcances de la tecnología para re encantar las aulas del siglo XXI

SANTIAGO.- Alumnos que se aburren en clases, que parecen hiperactivos pero que sin embargo son capaces de pasar horas tranquilamente sentados frente a un computador y con la televisión como telón de fondo, da cuenta de un nuevo tipo de estudiante al que la actual estructura escolar  no parece responder. 

Encontrar metodologías que impacten realmente la sala clases, que se apropien de las tecnologías con fines pedagógicos para producir más y mejores aprendizajes, es hoy uno de los desafíos clave de la educación.

Conscientes de ello, el Area de Educación de Fundación Chile organizó el seminario “Necesidades docentes en el uso de TICs en el aula”, en el que se analizaron distintas perspectivas que impactan hoy la escuela en Chile, desde las políticas pública a la formación de profesores, pasando por replanteamientos curriculares y metodológicos acordes a las nuevas exigencias del siglo XXI.

Con una asistencia de más de 200 profesores y estudiantes de pedagogía, el encuentro buscaba reflexionar en torno a nuevos modelos pedagógicos con uso de TICs para el 54% de los profesores que, de acuerdo a los estudios hace uso frecuente de las tecnologías digitales.
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El encuentro contó con la participación del académico catalán Ferrán Ruiz Tarragó y expertos chilenos Ernesto Laval, doctor en educación de la Universidad de Bristol, Hugo Nervi, jefe del área de competencias y desarrollo curricular de la Red Enlaces, y Fidel Oteiza, doctor en curriculum e instrucción de la Universidad del Estado de Pennsylvania.

Ruiz Tarragó quien ha focalizado sus estudios en el rol de las tecnologías de la información en la personalización del aprendizaje y en “cómo poner la educación a la altura de la sociedad del  conocimiento”,  dio pistas en torno a cómo “rearticular la dinámica de la sala de clases” fomentando un trabajo colaborativo más eficiente.

En ese contexto criticó fuertemente la carencia de sistemas de información adecuados para personalizar los procesos de enseñanza y aprendizaje. “Sabemos que el alumnos ha cambiado porque ha cambiado su hábitat, pero no tenemos información pormenorizada que nos permita hacer inferencias en torno a sus reales necesidades e intereses”.

En paralelo, dijo, tenemos profesores que usan tecnologías en clases “sin saber  exactamente qué aprendizajes se busca lograr con la tecnología y eso no sirve para mejorar aprendizajes”.

Destacó que los principales desafíos de la escuela de hoy tienen relación con la “personalización de la experiencia de aprendizaje y en la gestión de cambio de los contextos en los que se desarrolla el proceso educativo.”

En ese sentido, y coincidiendo con los demás expositores, reflexionó en torno a cómo re encantar a los alumnos con los aprendizajes: “No tengo una sola respuesta”, dijo, pero “creo que el camino va por traer su entorno natural a la sala de clases”.