SANTIAGO.- “El año 2007 será recordado históricamente como el periodo en que un mayor número de gente que pasó de la ruralidad al urbanismo”. Así lo estableció el ingeniero y ex alumno de la Universidad Técnica Federico Santa María, Rodrigo Benenson en una charla dictada en el plantel que lo formó profesionalmente.
Tras su egreso de las aulas universitarias, el joven se sumó al equipo de trabajo del Instituto Nacional de Investigación en Informática y Automática (INRIA ) de Francia, donde actualmente están trabajando para enfrentar de la mejor manera posible este aumento en la densidad de población y el consiguiente atochamiento vehicular en las calles. ¿Cómo? Nada menos que a partir de la implementación de automóviles-robot.
“El modelo moderno de la cuidad no es capaz de satisfacer las expectativas y necesidades de esta creciente demanda. Por eso creemos que el desarrollo de las tecnologías de vehículos capaces de desplazarse por sí mismos permitirá mejorar la movilidad, reducir considerablemente los accidentes y mejorar la calidad de vida en la urbe”, establece el ingeniero.
Se trata de los denominados Cybercars, vehículos de carretera totalmente automatizados con capacidad de conducción. Ello, frente a la necesidad de repensar la ciudad y considerando también que “la principal causa de muerte por cosas hechas por el hombre es el automóvil (el 90% de los accidentes de este tipo es a causa de errores humanos)”, agrega el miembro de INRIA.
Así, según explica Benenson, para esto se requiere una serie de pasos, entre los que se cuenta la localización del vehículo dentro de la ciudad; transversabilidad del mismo, es decir, que éste sepa donde puede y podría andar, considerando los obstáculos y desniveles que se encuentren en el camino.
Todo ello con un sistema denominado SLAMMOT, el cual permite localizar y detectar objetos y movimiento de los mismos de manera que el automóvil pueda crear un mapa, lo que debe ser realizado además en tiempo real.
¿El siguiente paso? “La idea ahora es que los robot tengan una especie de ojos que puedan reemplazar esa función de las personas, para así ir cubriendo cada una de las tareas que cumple un conductor en un vehículo”, asegura el ex alumno USM.
COMENTA ESTA NOTICIA