Director del Museo de Bellas Artes inaugura Seminario de “Arte y Tecnología” en la USM

VALPARAÍSO.- “Tecnoarte” puede parecer una palabra extraña o carente de significado para el común del chileno, pero la verdad es que es un concepto artístico que se desarrolla a nivel mundial, donde los artistas buscan nuevas técnicas que les permitan mostrar lo visual no desde una imagen pintada, sino a través de una perspectiva digitalizada o computarizada.

Milan Ivelic, Director Nacional del Museo de Bellas Artes y académico de la Facultad de Filosofía y del Instituto de Estética de la Pontificia Universidad Católica de Chile, inauguró en la Universidad Técnica Federico Santa María el seminario “Arte y Tecnología” con la charla “Tecnoarte en el circuito internacional y nacional”, en la cual se refirió a este tipo de representación artística contemporánea que une la tecnología con la disciplina del arte.

“Así como antiguamente se hablaba de las técnicas al óleo, hoy hablamos de las tecnologías electrónicas o digitales. Por eso, al hablar de tecno-arte, estamos hablando de una vinculación entre ambas, un vínculo que logra un producto. Los artistas se han dado cuenta que hay una vertiente y un camino nuevo que les permite avanzar hacia la búsqueda de lenguajes mucho más actuales, donde la imagen en movimiento tiene un papel fundamental en el mundo contemporáneo”, señaló Ivelic.

Bajo el mismo punto, el ex Agregado Cultural en Suiza y Magíster en Arqueología e Historia del Arte sostuvo que también existen artistas que definitivamente han dejado atrás la pintura y escultura en su sentido tradicional, dando paso al desarrollo del tecnoarte como una especialidad, trabajando permanentemente en el video, la fotografía y todas las ramas posibles.

“Lo importante es entender que en esa vinculación técnica-arte se obtiene un producto nuevo. No es la reiteración de un producto conocido, porque una característica del arte es poner en tensión el instrumental tecnológico y no hacer lo mismo que se hace habitualmente. El arte tiene esa particularidad que no tiene ninguna otra disciplina humana, que es tensionar los lenguajes y materiales con que cotidianamente el ser humano trabaja”.

Chile en déficit

Nuestro país carece de una tecnología de punta, y la existente implica costos elevados que los artistas no están en condiciones de solventar. En consecuencia, hay pocos aficionados al tecnoarte, y dentro de esa minoría, son muchos menos los que pueden costear la permanente utilización de recursos digitales y computacionales.

“Si lo miramos desde el punto de vista de América Latina, Brasil, Argentina y Venezuela están en una situación superior a la nuestra. El público chileno apenas está preparado para la pintura contemporánea, y no se ha logrado romper con esa mentalidad convencionalizada y rutinaria, lo cual es consecuencia de una cultura estética muy débil. No hay un proceso educativo que vaya formando la sensibilidad estética, y si en el hogar no hay estímulo para asistir a espacios culturales, los niños se acostumbran a vivir en un mundo cerrado, sin apertura ni perspectiva. Siento que el desarrollo imaginativo y creativo no está siendo impetuoso, notable, y por eso somos copiones, un país completamente permeable”.

La jornada contó además con las ponencias “La cultura en la ciudad digital”, a cargo del Director del Departamento de Estudios Humanísticos de la USM, Juan Ayala, y “La obra fílmica como artefacto mecánico-industrial”, de Alfredo Barría.

Lo que viene

Para el miércoles 24 de septiembre, a partir de las 12.00 horas, será el turno de Mónica Vergara con “La metamorfosis en la escultura” y de Hendrick Van Nievelt con “Arquetipos en la arquitectura”.

A las 15:45, Silvio Olate hablará sobre “La música y su diálogo con la tecnología”, y Maite Barros ahondará en “La tecnología en el mundo artesano”, mientras que a las 17:30 horas se cerrará el seminario con la charla de Óscar Ríos “El arte y su influencia en la cultura del producto”.