RIO DE JANEIRO.- Los electores de tres ciudades brasileñas estrenarán en los comicios municipales del próximo domingo unas urnas electrónicas desarrolladas en el país y que identifican al votante por su huella dactilar, informaron hoy fuentes oficiales.
Se trata de las “urnas biométricas,” que en menos de diez años pueden reemplazar a todas las electrónicas utilizadas actualmente en el país y que eliminarán posibilidades de fraude, ya que nadie podrá sustituir al verdadero votante, según el Tribunal Superior Electoral.
La futura adopción de la nueva urna dependerá del ensayo que se hará el próximo domingo en tres pequeños municipios.
Los equipos serán probados en Colorado do Oeste, en el estado amazónico de Rondonia (norte); Fátima do Sul, en Mato Grosso do Sul (oeste), y Sao Joao Batista, estado de Santa Catarina (sur).
Los cerca de 45.000 electores de las tres ciudades ya dejaron registradas sus huellas en equipos digitales del tribunal electoral y el domingo podrán votar después de poner sus dactilares en un sensor que los identificará como inscritos.
Será una pequeña prueba frente a los 128,8 millones de brasileños habilitados para votar, que utilizarán 460.000 urnas electrónicas el domingo para elegir a los alcaldes de los 5.563 municipios del país y a 52.137 concejales.
La novedad confirmará a Brasil como uno de los países con tecnología más avanzada en la automatización del sistema electoral.
Desde las elecciones municipales de 2000, la totalidad de los votantes brasileños usa urnas electrónicas, que son pequeños computadores con un teclado numérico para que el elector marque el número de su candidato.
Estas urnas tienen, además, la ventaja de que dan automáticamente el resultado al final de la votación.
El voto electrónico comenzó a ser implantado en Brasil en las elecciones municipales de 1996 y ha demostrado su efectividad para facilitar el sufragio y el escrutinio.
Por un acuerdo con la Organización de Estados Americanos (OEA), las urnas electrónicas han sido cedidas para elecciones en otros países latinoamericanos como Argentina, Colombia, Ecuador, México, Paraguay y República Dominicana.
Además de disminuir el riesgo de fraudes, la nueva “urna biométrica” puede reducir también los costos de las elecciones, debido a que serán necesarias menos personas para fiscalizar la votación.
"La idea básica es acabar con cualquier posibilidad de fraude y con electores fantasmas que pueden presentarse a votar con documentos falsos,” aseguró el secretario de tecnología del tribunal, Giuseppe Dutra Janino.
El funcionario reconoció que el costo de la nueva urna es mayor y que exigirá que todos los votantes acudan a los juzgados electorales para dejar el registro de su huella dactilar, pero indicó que eso será compensado con el aumento de la seguridad y con la reducción de los fiscales convocados para cada elección.
El TSE calcula que tendrá que invertir cerca de 13 millones de reales (unos 6,5 millones de dólares) para digitalizar las huellas y las fotografías de todos los electores.
Según Janino, el sistema ya fue probado informalmente y obtuvo un 98% de éxito en el reconocimiento del votante, pero los técnicos esperan que, con algunas modificaciones, se alcance el 100% el próximo domingo.
