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Los smartphones se vuelven dependientes de las tiendas de aplicaciones

Después del gran éxito de la AppStore, tienda online de Apple para el iPhone, todas las grandes marcas de teléfonos móviles buscan tener su propio "bazar" de software.

01 de Diciembre de 2008 | 11:44 | The New York Times

Ya no es suficiente construir el celular con mejor diseño. Tampoco que sea el más fácil de usar.

La competencia entre los fabricantes de teléfonos móviles y los operadores está llegando a quién tiene las mejores aplicaciones.

El ejemplo perfecto es la App Store de Apple, que ha hecho al iPhone mucho más útil al crar una forma fácil de descargar aplicaciones, muchas de las cuales son gratis, directo al teléfono. Los usuarios de iPhone pueden encontrar las más novedosas aplicaciones y después lucirlas, mientras aquellos con teléfonos más primitivos, sólo pueden sentarse a ver mientras sus amigos juegan golf o aprenden francés. ¿Quieren esta aplicación? Necesitan el teléfono primero.

“Lo que puedes hacer en teléfono es dirigirte a la gente que compra” dice Matt Murphy, un capitalista de riesgo en Kleiner Perkins Caufield & Byers, quien investiga 100 millones de dólares en aplicaciones para el iPhone. “El teléfono que ofrezca las mejores aplicaciones es el que gana”.

Casi todos los grandes competidores de la industria de la telefonía móvil intenta competir con la popular tienda online de Apple. Google introdujo recientemente “Android Market”, que vende aplicaciones basadas on Android, su sistema operativo móvil, que es utilizado en el T-Mobile G1, y otros teléfonos que aparecerán en 2009.

En la primavera (del hemisferio norte), Research in Motion introducirá una tienda de aplicaciones para su popular BlackBerry, mientras Palm está repensando su estrategia hacia las aplicaciones móviles. Y Microsoft está en las primeras etapas de creación de su propia tienda virtual para teléfonos con Windows Mobile.

Es parte de un importante cambio cultural entre los consumidores, quienes en un corto período de 12 meses han aceptado estos poderosos computadores de bolsillo que son los “smartphones”. Los consumidores ahora demandan las mismas funciones de los computadores –como jugar videojuegos y ver videos- en sus celulares. Y evidentemente quieren algunas cosas que los PC’s no tienen.

Como por ejemplo, transformar el iPhone en una ocarina. La popular aplicación para el iPhone, llamada Ocarina, hace eso. Una vez que el programa de 99 centavos de dólar está instalada, el usuario puede soplar en el micrófono y mover sus dedos a través de los botones de la pantalla táctil, para obtener sonidos similares a los de una flauta. Este software también les dice a los usuarios en qué lugar del mundo hay otra persona tocando ocarina a través del teléfono, y qué canción está tocando. Más de 400.000 iPhones ya han descargado esta aplicación.


En la usabilidad está el secreto

Aplicaciones de este tipo no son completamente nuevas. Hace diez años, los desarrolladores de software estaban creando aplicaciones para los teléfonos Palm, que iban desde guías para barman o una calculadora de la estenosis de la arteria renal para doctores. Palm dijo que tiene más de 30.000 desarrolladores de software activos. Microsoft agrega que tiene al menos 18.000 aplicaciones disponibles para teléfonos con Windows Mobile.

Pero no tienen aplicaciones en un formato tan fácil de usar. Desde julio, Apple ha subido más de 8.000 programas a su App Store. Más de 200 millones han sido descargadas; nueve de cada 10 usuarios del iPhone descarga aplicaciones.

Mientras Apple se queda con un 30% de las ganancias de la tienda, la venta de aplicaciones no se basa en el dinero. Ofrecer aplicaciones tiene otra función: ayuda a Apple a vender más teléfonos. No es ninguna sorpresa, entonces, que los otros fabricantes estén apurándose para alcanzar el liderazgo de Apple. Cada uno, a su manera.

Apple ejerce un control importante sobre sus desarrolladores. Aprueba cada programa y ha eliminado aplicaciones de la tienda sin ninguna explicación.

Google, por el otro lado, permite que casi todo suceda. Los usuarios pueden marcar las aplicaciones que les parecen inadecudas, parecido a como se hace en YouTube, y entonces Google puede eliminar la aplicación.


Eso le da a los desarrolladores mucha libertad. Si nadie se queja de una aplicación dedicada a la pornografía, por ejemplo, lo más seguro es que se quede, dijo Eric Chu, parte del equipo de marketing de Android Market, que hasta ahora, tiene 300 aplicaciones. Estas estarán disponibles para varios modelos de smartphone con Android, mientras la tienda de Apple es útil sólo para el iPhone (y el iPod Touch).

La aplicación más popular en Androir es ShopSavvy. Los usuarios pueedn escanear el código de barras de cualquier producto usando la cámara del G1, y la aplicación busca por el mejor precio de ese producto online y entrega la información al teléfono.


Estar a la moda


Palm, empieza a repensar su postura con la esperanza de hacer a su marca –y su tienda- más atractiva para los consumidores.

“No es algo que hayamos promovido”, dijo Pam Deziel, vicepresidente de marketing de software y producto en Palm. 2Hemos hecho que la experiencia sea lo menos dolorosa posible”, dice. “La gente quiere tener acceso, verlas y usarlas. Es una gratificación instantánea. Quieren empezar a jugar con ellas ahora”.

Como Palm, Research in Motion está cambiando su foco a las aplicaciones para BlackBerry, y planea abrir una tienda en marzo. Los ejecutivos dicen que podrían haberlo hecho antes, pero que la demanda era muy baja.

“La gente no lo estaba pidiendo”, dijo Jeff McDowell, vicepresidente de alianzas globales de RIM. “No ibamos a poner en riesgo el valor de nuestra empresa para saltar al mercado de consumo”.

Los desarrolladores de software, que quieren que sus aplicaciones lleguen al máximo de compradores posibles, persuadieron a RIM para que creara la tienda. “Nuestros socios nos arrastraron hasta este mundo”, dice McDowell. Y eso ha añadido un beneficio en las relaciones públicas.

Alguna vez percibido como algo mayormente para tecnófilos, las BlackBerrys ahora están a la moda entre el público que busca aplicaciones para encontrar los mejores bares. “Ahora somos mucho más cool”, concluye McDowell.


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