SANTIAGO.- No muchos alumnos de la USM han tenido el privilegio de conocer el CERN, donde recientemente se presentó el Gran Colisionador de Hadrones (LHC). Los que han tenido la oportunidad de colaborar (que son muy pocos) con este megaproyecto de física, han trabajado y desarrollado estudios para perfeccionar su funcionamiento.
Raquel Pezoa, Ingeniera Civil Informática de la Universidad Santa María, es una de las estudiantes de la USM que ha viajado en dos ocasiones a Ginebra, Suiza, para colaborar con el CERN, específicamente en el experimento ATLAS. En el primer viaje trabajó en un sistema de accounting para la grid de ATLAS y buscar un proyecto para su Magíster en Informática; en el segundo comenzó su desarrollo.
El Grid Computing es una tecnología que permite compartir recursos a gran escala, los cuales están distribuidos geográficamente en diversos lugares del mundo. Al tener computadores en diferentes países, se requiere de un software que coordine e integre los diversos recursos heterogéneos que conforman la grid, y este software se denomina Middleware.
“Se necesitaba un sistema centralizado que proveyera información relacionada con los recursos, servicios y topología de las tres infraestructuras que forman la grid de ATLAS. Esta información se entrega a diversos componentes de ésta a través de diferentes herramientas y servicios, para así proveer interoperabilidad. Este sistema no existía, pero la necesidad estaba y era urgente resolverla. Antes, la información relacionada con los recursos, servicios y topología se obtenía de manera poco eficiente y no entregaba una visión global de la grid de ATLAS, pero a través del software que desarrollé, la obtención de datos es automática y el sistema queda unificado”, explica Raquel Pezoa, quien ya se graduó de Magíster en Informática a través este proyecto, el cual está en funcionamiento desde junio en el CERN.
“El software entrega información estandarizada a todos los componentes de la grid. Antes tenían mecanismos poco eficientes; por ejemplo, un archivo simple y estático que solamente almacenaba la información. La diferencia con mi sistema es que la información se recolecta automáticamente desde diversas fuentes de información y permite recolectarla, centralizarla y entregarla con herramientas adecuadas a los diferentes usuarios”, sostiene Raquel Pezoa.
En la próxima primavera europea, CERN iniciará el colisionamiento de partículas, y cuando esto ocurra, se generará una cantidad impresionante de datos (del orden de los diez petabytes, es decir, 10 millones de gigabytes) lo cual ilustrado por el mismo CERN, equivale a 20 kilómetros de CDs apilados unos sobre otros. Para la Organización es imposible procesar y almacenar todos esos datos en un sólo centro de recursos computacionales, pero gracias a la tecnología grid, eso es sí posible.
“Mi sistema provee herramientas y servicios que ayudan, por ejemplo, al componente de monitorización de la grid, a visualizar como se están ejecutando las diferentes tareas y procesos. Es posible saber qué está ocurriendo y en qué sitio, considerando la particular topología de la grid de ATLAS, que incluye las tiers, clouds y sitios que conforman la grid”, agrega Raquel Pezoa.
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