SANTIAGO.- Un llamado a todas las empresas tecnológicas del país para focalizar sus acciones en pro del crecimiento y desarrollo armónico de la Industria TI y del país en general hizo la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información (ACTI), tras conocer algunos casos de suplantación de marca a través de avisos publicitarios en Internet.
Esta situación generó que en los últimos días un grupo de empresas tecnológicas chilenas demandara a una multinacional que ofrece la plataforma para colocar anuncios en la red, así como a los posibles responsables de este delito.
Las compañías descubrieron que, a través de este medio, su competencia publicaba mensajes publicitarios utilizando sus nombres, induciendo equívocamente a los usuarios a visitar el sitio de su competidor.
“Es como si al navegar por Internet apareciera un aviso que diga “Coca-Cola” y al hacer clic fuera conducido al sitio de otra bebida cola: es decir, un engaño para el público y la usurpación de la marca y el prestigio de las empresas afectadas”, explicó Miguel Pérez, presidente de ACTI.
“La suplantación de marcas no es una práctica nueva, pero se ha visto potenciada por la falta de control que impera en la red. El uso no autorizado de logos, nombres de empresas y, en el caso de las personas, la suplantación de identidad, es frecuente en Internet, pero no por eso aceptable”, recalcó el ejecutivo. “Ninguno de los actores de la industria debe tolerar acciones destinadas a aprovechar malamente las ventajas del mundo digital, desarrollado no en beneficio de unos pocos, sino de todos”.
El presidente de ACTI recordó que en los últimos 20 años, Internet ha cambiado no sólo la forma de comunicarse, sino también el modo en que se hacen los negocios, creando nuevos modelos de publicidad de fácil acceso para avisadores que hasta ahora estaban fuera del marketing tradicional.
Así, numerosas empresas de todos los tamaños han salido al mundo gracias a sus páginas web y han accedido a avisos publicitarios que día a día compiten por los valiosos clics de los internautas, clave del financiamiento del sistema que, aunque parece beneficiar a todos, lo que deja abierta una interrogante fundamental: ¿quién controla el mundo de la publicidad en Internet?
“Este tipo de desafíos son comunes en Internet y ofrecen un panorama claro: la autorregulación es clave”, enfatizó Pérez, señalando que el autocontrol de la industria misma y los códigos de ética y de conducta comercial son un imperativo en la empresa moderna, en particular de aquellas que avisan a través de la red.
Asimismo, llamó a la autorregulación a los proveedores de este servicio de publicidad sobre los contenidos que publican y por los que cobran. “Si esto no es suficiente, se requiere de una legislación clara y firme que castigue las malas prácticas en Internet y que dé tolerancia cero a quienes se aprovechan de las herramientas de la era digital para perjudicar a sus competidores y al público en general”, dijo.
“Sólo con un actuar ético, buenas prácticas y autorregulación lograremos que la industria tecnológica, la sociedad digital y el mundo de Internet sean modelos de transparencia y credibilidad que actúen en beneficio del desarrollo de las personas, las empresas y los países”, concluyó.
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