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El mercado chino de móviles 3G, una ruleta en la que también juega Telefónica

La sociedad de la española con uno de los operadores chinos pone a Telefónica dentro del atractivo mercado asiático móvil.

08 de Septiembre de 2009 | 10:24 | EFE
BEIJING.- Las dos grandes operadoras chinas de telefonía, China Mobile y China Unicom, inician desde el próximo mes de octubre una interesante batalla por el mercado nacional de los móviles de tercera generación (3G), en la que Telefónica, socia de la segunda firma, se juega gran parte de su futuro en Asia.

China Unicom, la más pequeña de las dos compañías, anunció a finales de agosto que tras meses de arduas negociaciones se quedaba con el “buque insignia” de estos móviles, el iPhone de Apple, y que en octubre comenzaría a venderlo en el gigante asiático, donde el famoso teléfono táctil llega con un año de retraso con respecto a otros mercados.

Apenas unos días después, el 1 de septiembre, su rival China Mobile -la mayor telefónica del mundo- contraatacaba anunciando el lanzamiento de ocho modelos de “Ophones,” también 3G y de aspecto similar al de Apple pero desarrollados por la flor y nata de las firmas tecnológicas, desde Lenovo y Dell a LG y Phillips.

Las dos firmas posicionaban así sus armas de cara a una batalla que en China ha comenzado tarde con respecto a Occidente, ya que las autoridades chinas no otorgaron las licencias de 3G hasta enero de este año, sólo después de reestructurar el mercado de telecomunicaciones chino y fusionar China Unicom con China Netcom.

Mientras se calientan motores para el lanzamiento al mercado de iPhones y Ophones, llega repentinamente un acuerdo entre China Unicom y Telefónica a través de un intercambio de acciones, firmado el pasado 6 de septiembre y que puede influir decisivamente en el futuro de las dos operadoras, china y española.

Telefónica, que pasó de poseer el 5,38% a tener el 8,06% de las acciones de Unicom, refuerza posiciones en la compañía hasta ahora "segundona” en el mercado chino (249 millones de suscriptores frente a los 493 millones de China Mobile), pero que puede reducir diferencias si consigue calcar en el mercado nacional el éxito internacional que ha tenido el iPhone.

China Unicom, por su parte, da el primer paso de una compañía de telecomunicaciones china al exterior, al adquirir un 0,88 por ciento de las acciones de Telefónica, lo que supone el pistoletazo de salida para la incursión en los mercados europeo y sobre todo el latinoamericano, donde ya están presentes las fabricantes chinas de móviles (principalmente Huawei).

Telefónica y China Unicom, en conjunto, suman más de 550 millones de usuarios en China, Europa y Latinoamérica, un tamaño comparable a las dos mayores gigantes del sector (la estadounidense AT&T y la mencionada China Mobile).

Sin embargo, hará falta superar las aguas revueltas creadas en el mercado chino no sólo por la crisis mundial, sino también por la reforma del sector de telecomunicaciones de 2008 y la compra de licencias de 3G, que ha dejado en una situación no muy boyante a las empresas nacionales.

China Unicom recogió beneficios de 973 millones de dólares en el primer semestre, aunque fueron un 42,1 por ciento menores que en el mismo periodo de 2008.

Su rival China Mobile tuvo en ese mismo periodo ganancias de 8.094 millones de dólares (en su caso si ganó, un 1,4 por ciento más, aunque las expectativas eran mucho mayores).

Los de China Telecom, tercera en discordia en el mercado nacional, ascendieron a 1.230 millones de dólares, una caída del 27,5 por ciento.

Telefónica se la juega en un mercado marcado por la incertidumbre de la llegada de la telefonía 3G, en un país donde el número de usuarios de móvil parece seguir creciendo sin límites y ya alcanza los 700 millones de clientes, casi uno de cada dos habitantes en el país más poblado del mundo.

Y donde el iPhone chino no sólo competirá con los nuevos Ophones, sino también con los iPhones que se venden en el mercado negro, ya que desde hace un año las tiendas de ’souvenirs’ de ciudades como Beijing y Shanghai llevaban ya tiempo ofreciendo el aparato, desbloqueado y de contrabando a los turistas y tecnoadictos.