La Xerox 914 fue la primera.
XeroxSANTIAGO.- La nunca bien ponderada fotocopiadora está de cumpleaños, y este invento indispensable para la vida moderna alcanza ya el medio siglo. Porque fue en marzo de 1960 cuando se comenzó a comercializar la Xerox 914, la primera de estas máquinas que prometían hacer más sencillas las tareas de la oficina, y ya se veía que sería responsable de una revolución tecnológica.
El invento fue obra de Chester Carlson, quien dedicó diez años en investigar una forma que permitiera hacer copias de documentos más rápidamente y dio con esta máquina, que en poco tiempo se convirtió en el objeto de deseo de las compañías. Tanto así, que la revista Fortune la llamó en su minuto “el producto más exitoso que se ha comercializado en EE.UU.”
Fue Carlson el que desarrolló el proceso de la xerografía, el cual ofreció a empresas como IBM o Kodak, que no tuvieron la suficiente visión para adoptarla y desarrollarla. Sí lo hizo Haloid Corporation, que luego pasó a llamarse Xerox, quien debe gran parte de su desarrollo y éxito actual a esta tecnología, que se sigue utilizando en medio de la era de Internet y la digitalización.
Y aunque la primera fotocopiadora fue un éxito casi inmediato, no estaba exenta de problemas y su funcionamiento era bastante errático, dando casi los mismos dolores de cabeza a los oficinistas de entonces como a los de hoy. Según explica CNN, los equipos de reparaciones de emergencia de Haloid Xerox recibían llamadas diariamente.
Pero aún así, fue una revolución, algo que desde nuestra perspectiva actual “es difícil de imaginar, ya que lo damos por sentado. Pero fue un gran paso hacia delante para las comunicaciones humanas”, explica David Owen, autor del libro que relata el nacimiento de la máquina Xerox a CNN.
La Xerox 914 fue finalmente presentada en 1959, y es llamada así porque podía copiar la increíble cantidad de 7 páginas por minuto, con las medidas de 9 por 14 pulgadas.
La máquina, que equivalía a dos máquinas lavadoras y pesaba casi 300 kilos, tenía un costo de 2.000 dólares, precio demasiado alto para su fabricación masiva, por lo que Xerox la entregaba en concesión a cambio de 95 dólares mensuales, lo que incluía 2.000 copias gratis. Después de eso, cada una costaba 5 centavos.
Hoy, las fotocopiadoras siguen siendo parte activa de la vida en diferentes ámbitos de la sociedad. En universidades y colegios, oficinas y empresas, y aunque la técnica ha cambiado ligeramente, sigue siendo lo mismo en su punto más básico.