PARÍS.- Un nuevo estudio publicado este domingo advierte sobre los riesgos de captar y almacenar CO2 debajo del mar o de la tierra, técnica experimentada para frenar el calentamiento climático y que plantea, señala el informe, numerosos riesgos.
"Los peligros de almacenar carbono son reales y el desarrollo para captar y almacenar carbono (CSC) no debería ser utilizado para justificar, en paralelo, la continuidad de la emisión de gases provenientes de energías fósiles", escribió Gary Shaffer, profesor del Centro Danés para la Ciencias de la Tierra, en Humlebaek, y autor del estudio.
Este nuevo estudio, publicado por Nature Geoscience, analiza la captación de CO2, emitido entre otros por las centrales eléctricas, lo suficientemente importante como para contribuir en limitar a 2% el alza de la temperatura promedio del planeta.
Este objetivo forma parte del acuerdo obtenido en la última gran reunión sobre el clima de Copenhague, en diciembre de 2009.Almacenado en el fondo del océano, el CO2 contribuye a la acidificación de las aguas y puede crear "graves problemas" a la vida submarina, y por ende a la cadena alimenticia, advierte Gary Shaffer.
Pero hay un riesgo aun más importante, es que ese gas vuelva a la atmósfera por las corrientes oceánicas o las tormentas.
Según el estudio, una mejor opción es almacenar el gas bajo tierra, pero únicamente si la cavidad en la que se encierra no tiene fugas significativas, es decir no más de 1% del CO2 captado en un periodo de 1000 años. Aunque con esta opción los terremotos son una amenaza.
Llegado el caso de una fuga importante sería posible volver a captar el gas. "Pero sería difícil medir la cantidad de gas que se escapó" para poder compensar, estima el profesor Shaffer.
En este sentido "debemos limitar mucho las emisiones de CO2 desde ahora para reducir las necesidades para almacenar carbono", estima.
Los países desarrollados se interesan cada vez más en la técnica de CSC. Entre 19 y 43 proyectos experimentales a gran escala serán lanzados de ahora a 2020.