David Alarcón, El Mercurio
SANTIAGO.- Un estudio realizado por Kaspersky Lab indica que la falta de hábitos de resguardo de seguridad, por parte de los usuarios de América Latina, provoca que éstos sean presa fácil de los criminales cibernéticos.
Durante el año 2011, la delincuencia online trabajó a través de la propagación de malware. Esto es código maligno, que tiene como objetivo dañar el computador sin consentimiento del usuario.
El medio más utilizado para la difusión de malware fue el correo electrónico. Su uso aumentó en un 42,5% con respecto al 2010.
La Web como el móvil del ataque se ubica en el segundo lugar con un crecimiento, en comparación al 2010, de 27% y finalmente los dispositivos USB y las redes locales presentaron un aumento de 16,93%.
En términos de su cantidad, durante el 2011 América Latina recibió un 22% más de ataques de malware que en el 2010.
Brasil alberga la mayor cantidad de los programas de código malicioso, con un 45,34%. Lo sigue República Dominicana con un 25,23% y Panamá con el 11, 98%. Chile, por su parte, tiene el 1,26%.
Poner un parche en un programa implica aplicarle cambios para corregir errores, agregarle funcionalidad o actualizarlo. Uno de los parches disponibles es el de seguridad, que trabaja solucionando ciertas filtraciones que la aplicación pueda tener. Son frecuentes en programas que interactúan con Internet.
Las tres aplicaciones en los equipos de usuarios de América Latina más típicas y no parchadas durante el 2011 son: Adobe Reader, Adobe Flash Player, Sun Java.
Esto indica que existe un grave problema de los hábitos de la salud de seguridad informática que incluye las instalaciones de los parches en el sistema operativo y las aplicaciones.
Los países en los que reside la mayor cantidad de víctimas de malware en el 2011 son México con un 33% y Brasil con 28%. Mientras que Chile abarca el 4% de los afectados por este problema.
