La radiación en el espacio podría acelerar la aparición de Alzheimer en los astronautas

NUEVA YORK.- La NASA y los astronautas ahora deberán considerar nuevos factores para las futuras misiones a Marte. Un estudio publicado esta semana en PLOS One, sugiere que la exposición permanente a un cierto tipo de radiación hallada en el espacio puede acelerar la aparición del mal de Alzheimer.

La investigación realizada por el Departamento de Neurobiología y Anatomía de la Universidad Rochester Medical Center a cargo del profesor Kerry O'Banion, se centró en la radiación cósmica emitida por partículas de hierro que derivan de la fuerza de las estrellas cuando explotan.

Los investigadores demostraron por primera vez que la exposición a niveles de radiación equivalentes a una misión a Marte podría producir problemas cognitivos y acelerar cambios en el cerebro. "El problema con las misiones en el espacio es que los astronautas están fuera del campo magnético protector de la Tierra y se arriesgan a las radiaciones nocivas" afirma O'Banion.

Este estudio se centró en un tipo específico de la radiación espacial conocida como de "gran masa y de altas partículas cargadas" o HZE, donde además aseguran que proporcionar un blindaje a los astronautas contra estos elementos potencialmente peligrosos es un trabajo difícil.

"Las HZE tiene suficiente masa y velocidad para atravesar objetos sólidos como los materiales de las naves espaciales y para proteger a los astronautas de forma eficaz los vehículos de exploración tendrían que ser envuelto en un bloque grueso de plomo u hormigón", afirma O'Banion.

La investigación se realizó en ratones sometidos a las partículas de hierro HZE generados por un acelerador de partículas en el Laboratorio de Radiación Espacial de la NASA. Se expuso a los roedores a niveles de radiación comparables a lo que los astronautas podrían recibir durante una misión a Marte.

Después de la dosificación fueron sometidos a una serie de experimentos en los que tenían que reconocer los lugares relacionados con descargas eléctricas en sus patas. El estudio determinó que los roedores expuestos a las radiaciones eran propensos a fallar las pruebas, además de mostrar signos de inflamación en sus vasos sanguíneos y niveles anormalmente elevados de beta amiloide, una proteína que se relaciona con la aparición del Alzheimer.