SEÚL.- Este lunes la empresa de tecnología Samsung presentó dos nuevos modelos de teléfonos inteligentes: El nuevo "Z", integrado por primera vez con el sistema Tizen de la firma surcoreana, y el equipo "W", que llama la atención por su enorme pantalla de 7 pulgadas.
El primero, no sólo destaca por su nueva plataforma, sino que también por dejar de lado al clásico compañero de los equipos Samsung, el sistema operativo Android. Un cambio que no es precisamente nuevo y que ya se había adelantado con el último reloj de la compañía, el dispositivo Galaxy Gear.
Dentro de sus características técnicas, el nuevo "Samsung Z" cuenta, además, con una pantalla de resolución 720p HD, un procesador quad-core, 2GB de RAM, una cámara de 8 megapixeles y conexión LTE.
A esto se suman también dos elementos presentes en el último teléfono de gama alta de la compañía, el Galaxy S5, con la inclusión de un sensor de ritmo cardiaco y un escáner para huellas digitales en el equipo.
Se espera que el teléfono llegue a partir de esta semana con un diseño "delgado y de estructura angular" y en colores negro y dorado, según la empresa. Sin embargo, todavía se desconoce la fecha exacta de su inicio de ventas en el mundo.
Un teléfono del tamaño de una tableta
El segundo protagonista de las presentaciones de este lunes de Samsung fue el "Galaxy W", un teléfono que cruza todos los límites de los tamaños para teléfonos inteligentes, alcanzando una pantalla de siete pulgadas.
Este gran teléfono, no el primero con su tamaño en el mercado aunque sí para la compañía, viene integrado con una pantalla de 720p de resolución, un procesador 1.2GHz quad-core, una cámara de 8 megapixeles. Características técnicas bastante similares al modelo "Z", aunque con una gran diferencia, el modelo "W" sí viene integrado con el sistema Android en su anterior versión 4.3.
Se espera que este equipo tenga un valor cercano a los $500 dólares sin contrato en Corea del Sur. Todavía se desconoce si llegará en un futuro cercano a Estados Unidos o a otros países del mundo.