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Las tres claves de la estrategia rusa para revitalizar su programa espacial

Tras los fracasos de la cápsula Progress y el cohete Proton, el gobierno ruso apostará por renovar la agencia Roscosmos, impulsar un nuevo cohete y construir una nueva base para lanzamientos.

18 de Mayo de 2015 | 16:18 | AFP
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En la foto, una cápsula Progress. En abril, el lanzamiento de una Progres M-27M terminó con el carguero cayendo fuera de control hacia la Tierra.

AP

MOSCÚ.- Rusia intenta reactivar un sector espacial que fue motivo de orgullo durante el período soviético pero que ahora acumula fracasos, como la pérdida de un satélite mexicano el sábado tras un fallo en el lanzamiento de un cohete.


"Ya no tenemos derecho al error", reaccionó el viceprimer ministro, Dmitri Rogozin, después del incidente con el cohete Proton, indicando la necesidad de "cambios constructivos" para el sector.


Los fallos en el lanzamiento de los cohetes Zénit en 2013, Proton en 2014 y 2015, y los problemas con la nave Progress a finales de abril han dañado la reputación de la industria espacial rusa en la competición mundial por lanzar satélites al espacio.


El último fracaso de Proton, cuyos lanzamientos se han suspendido hasta nueva orden, "es muy inoportuno", lamentó Rupert Pearce, el director general de la compañía de satélites británica Inmarsat.


El presidente Vladimir Putin ha convertido la recuperación del sector en una prioridad, y Rusia ha emprendido una reforma de su agencia espacial, la puesta en marcha de un nuevo tipo de cohete y la creación de un nuevo cosmódromo. Esos cambios llegan, sin embargo, en un contexto de crisis, con importaciones de piezas más caras y una reducción de los presupuestos.


Para Igor Afanasiev, de la revista Noticias del Espacio, la industria espacial rusa sufre, además, de "un déficit de personal cualificado, ingenieros u obreros, consecuencia del derrumbe de los años 1990".


Remodelación de Roscosmos


La agencia espacial rusa, que lleva cuatro presidentes en menos de cinco años, está convirtiéndose en un grupo empresarial público que se encargará de las orientaciones científicas y también de su aplicación industrial, integrando a las compañías privadas del sector espacial.


La reforma anunciada en enero se presentará ante el Parlamento el martes, y su objetivo es mejorar la organización de la industria, siguiendo una fórmula que dio sus frutos con el sector nuclear en 2007, con la creación de Rosatom.


"La idea consiste en juntarlo todo en manos de una sola persona", resume el especialista Serguei Gorbunov, antiguo portavoz de Roscosmos. "Es oportuno pero complicado: hay una cantidad de gente y de empresas superfluas, habrá que despedirles o encontrarles nuevas funciones", añade.


Señal de un cambio de filosofía, Putin ha elegido a un industrial para dirigir la nueva agencia, Igor Komarov, artífice de la modernización y el saneamiento financiero del constructor automovilístico Lada.


Un nuevo cohete


Rogozin pidió este lunes "acelerar el paso" hacia el cohete portador Angara, actualmente en fase de pruebas, después de que el modelo Proton, cuya primera versión se remonta a los años 1960, registrara dos fracasos en menos de un año.


Angara, el primer cohete concebido en Rusia desde la caída de la URSS, puede llevar más de 24 toneladas al espacio, en su versión pesada, y utiliza un modo de propulsión menos contaminante a base de queroseno y oxígeno líquido.


"En el futuro, superará todos nuestros cohetes, los Proton y los modelos más ligeros", afirma el experto Serguei Gorbunov. Y con una sola plataforma de lanzamiento para cinco configuraciones, "permitirá ahorrar enormes cantidades de dinero".


El programa, que según Putin también permitirá mejorar las capacidades defensivas de Rusia, sufrió un contratiempo en junio de 2014 con la anulación del primer ensayo en el último momento.


Otro cosmódromo


Rusia, que desde la caída de la URSS utiliza el cosmódromo de Baikonur, en el aliado Kazajistán, lleva tres años construyendo su propia base espacial en Vostotchny, en el este del país.


El país va a disfrutar de un acceso independiente al espacio, dice Afanasiev, que celebra la construcción de un "cosmódromo moderno, compacto (solo 700 km2) y con una ubicación más rentable que Plesetsk", una base del norte de Rusia, poco interesante para su uso comercial ya que se halla demasiado lejos del ecuador.


La obra se ha convertido, no obstante, en un rompecabezas con varias investigaciones por malversación y obreros que se quejaban de no percibir sus salarios, una situación que obligó a Putin a dar un golpe sobre la mesa. La justicia condenó este lunes al antiguo responsable de la construcción a arresto domiciliario.


Gorbunov cree que la intervención de las autoridades ha permitido acelerar la obra, pero considera "poco probable" que se lleve a cabo un primer lanzamiento a finales de año, tal y como está previsto.

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