SANTIAGO.- Miembros del Partido Socialista manifestaron hoy su satisfacción por el avance que han tenido los procesos por violaciones a los derechos humanos, refiriéndose principalmente al caso del ex presidente de la Asociación de Empleados Fiscales (ANEF), Tucapel Jiménez.
En este sentido, el presidente de esta colectividad, senador Ricardo Núñez, señaló que "el tema de los derechos humanos está avanzando en nuestro país de manera positiva". Por esto se manifestó "muy satisfecho de que sepamos quiénes fueron los asesinos de Tucapel Jiménez", afirmando que a su juicio este crimen no está amparado por la ley de amnistía.
Por su parte, el actual presidente de la ANEF, Raul de la Puente, indicó que el ministro en visita, Sergio Muñoz, "ha dado muchas sorpresas satisfactorias a la ANEF", refiriéndose a los encausamientos del ex auditor general del Ejército, Fernando Torres Silva, y al general activo, Hernán Ramírez.
Frente a la preocupación que manifestó el viernes el comandante en jefe de la Armada, almirante Jorge Arancibia, referidas a que los juicios contra los miembros de los cuerpos militares se transformen en una "cacería de brujas", el dirigente consideró que "lo que debiera preocuparle a las Fuerzas Armadas es que dentro de sus filas no existan personas que hayan cometido estos desmanes.
En ese sentido, el Ejército debiera depurar sus filas". Sin embargo, precisó que hay que esperar el pronunciamiento de los tribunales para condenar los militares recientemente procesados, aclarando que "si estos deben estar a disposición de los tribunales, ya que existen presunciones de que estos tenían conocimiento de la salida del mayor (Carlos) Herrera Jiménez".
Al comentar el avance de los juicios sobre violaciones a los derechos humanos y la posibilidad que estos alcancen al general (r) Augusto Pinochet, señaló que "tenemos una Constitución política que dice que hay igualdad ante la ley, así que yo creo que hay que buscar los culpables estén donde estén".
De la Puente enfatizó que "no puede permitirse que nuestra sociedad acepte un crimen tan brutal, como el de un buen hombre muy querido por todos sus compañeros, que murió degollado con cinco balazos en la espalda".
