SANTIAGO.- El juez Juan Guzmán, que investiga las 179 querellas en contra del ex gobernante Augusto Pinochet, interrogó hoy en Antofagasta, 1.340 kilómetros al norte de Santiago, a un sorpresivo testigo de los crímenes de la denominada Caravana de la Muerte.
Se trata de un ex suboficial de Gendarmería, fuerza que está a cargo de los presos, quien declaró hoy sobre el asesinato de 14 personas el 19 de octubre de 1973.
El relato provocó una fuerte conmoción entre los chilenos.
En una entrevista exclusiva con el estatal Canal Nacional de Televisión, que guardó en reserva su identidad, el ex suboficial reveló que fue guardián de los detenidos y que tuvo que sacar a algunos de ellos de sus celdas.
"La orden era ir a buscar a los detenidos -nos dieron una lista- y bajarlos a la cancha de fútbol. Cada uno de los funcionarios tenía la misma misión de abrir la celda y entraba cualquiera", narró el testigo.
El testigo contó que "con un alambre amarré las manos a uno de los detenidos y le puse la venda. Era un señor gordo, bien macizo, y empecé a bajarlo y me susurraba al oído: 'Pa' donde me lleva' porque yo tenía que bajarlo".
El estremecedor relato fue escuchado hoy también por el juez Guzmán, quien más tarde se dirigió al desierto para reconstruir las escenas de los 14 ejecutados, que siguen integrando la lista de desaparecidos.
Las reconstrucciones se realizan con el apoyo de los militares procesados, todos ellos retirados y en libertad bajo fianza: el brigadier Pedro Espinoza y los coroneles Marcelo Morén y Sergio Arrendondo, tres de los militares que integraron la Caravana de la Muerte, que encabezaba el general Sergio Arellano.
Guzmán inició hace dos días el fatídico recorrido de esta misión militar y ya estuvo en las ciudades de Copiapó y en Calama.
