SANTIAGO.- A pocos días de cruciales decisiones sobre su situación judicial, el general Augusto Pinochet recibió en su residencia este domingo al Comandante en Jefe del Ejército, general Ricardo Izurieta.
No hubo versión oficial sobre el encuentro en la custodiada casa de Pinochet, pero al parecer se trató sólo de una visita de carácter social relacionada con las fiestas de fin de año, ya que Izurieta concurrió vestido de civil y acompañado de su esposa e hijos.
Tras alrededor de una hora, Izurieta se retiró conduciendo su propio automóvil sin formular declaraciones. Sólo saludó a la distancia a los periodistas.
El encuentro se produjo en momentos en que Pinochet se apresta a enfrentar horas decisivas en su larga batalla judicial, que podrían culminar con la reposición de su encaramiento bajo cargos de homicidio y secuestro.
Aunque su defensa logró revertir un primer encausamiento, porque el juez que lo dictó no cumplió con el requisito de interrogarlo previamente, la Corte Suprema ordenó al magistrado que lo interrogue antes del 6 de enero.
El juez Juan Guzmán actuó rápidamente y programó los interrogatorios para el miércoles y jueves próximos. Al mismo tiempo, fijó para el 22 de enero exámenes neurológicos y mentales para determinar la capacidad de Pinochet para enfrentar un juicio.
La defensa de Pinochet se movió rápidamente, y pidió a la Corte Suprema que ordene a Guzmán aplazar los interrogatorios y en cambio realizar urgentemente los exámenes. Se cree que la Corte decidirá el próximo martes. Ese mismo día, el máximo tribunal deberá pronunciarse sobre una petición de los abogados querellantes para que los exámenes a Pinochet se realicen en un hospital universitario, en lugar del hospital del ejército, donde están programados por Guzmán.
La defensa insiste en que el desaforado senador no está en condiciones de salud de enfrentar un juicio, y confía que tras los exámenes, Guzmán no podría volver a procesarlo, cerrando definitivamente la causa.
Adversarios del general (r) admiten que los exámenes médicos podrían llevar al juez a desistir de seguir con el juicio, pero confían en que ello ocurra con Pinochet sometido a proceso. El ministro de fuero quiere someter a juicio a Pinochet por su responsabilidad en la llamada "caravana de la muerte", un grupo militar que días después del pronunciamiento de 1973 recorrió varias ciudades del país sacando a decenas de presos políticos de sus lugares de reclusión y ejecutándolos.
