SANTIAGO.- La Junta Nacional de la Democracia Cristiana aprobó esta madrugada la reforma a los estatutos que le permitirá elegir hoy a la nueva directiva nacional de la colectividad, y de paso al nuevo presidente de la misma, que saldrá entre los senadores Jorge Pizarro, Adolfo Zaldívar y el diputado Ignacio Walker.
Por aprobar la reforma, que fue planteada por la directiva en ejercicio, se manifestaron 226 consejeros, mientras que se opusieron 46, no contabilizándose las abstenciones.
Así, los participantes deberán hoy elegir a quien conducirá en adelante el destino de la Falange. Los tres postulantes aseguraron que mantendrán su opción hasta el final.
Durante el desarrollo de la fase inaugural de la Junta Nacional, que contó desde las 20.30 horas de ayer viernes con la asistencia de unos 600 delegados de todo el país, solo Walker y Pizarro se habían acreditado como postulantes a convertirse en el nuevo timonel, mientras que Zaldívar dejo pendiente el trámite hasta el final, despejando las dudas casi al mismo tiempo de la votación cerca de la una de la madrugada.
La larga jornada se llevó a cabo en un ambiente de camaradería, en el cual quedo reflejado que el discurso del actual presidente del partido, Patricio Aylwin, caló muy profundo entre los asistentes.
En la inauguración, y durante la cuenta de su gestión a la cabeza de la DC, Aylwin había anunciado que si no se aprobaba o se dejaba pendiente la reforma estatutaria, concluiría de inmediato su labor como presidente.
En su informe no dejo de mencionar los factores que a su juicio influyeron en el menor respaldo obtenido en las elecciones parlamentarias de diciembre pasado, resultado que, señaló, "nos ha golpeado dolorosamente". "No sólo bajamos nuestra representación parlamentaria, sino que dejamos de ser el primer partido político de la Nación", afirmó.
Destacó como situaciones claves que deterioraron al partido el escándalo de las millonarias indemnizaciones y el grave error en que se incurrió en la inscripción en el Registro Electoral de los candidatos para competir en los últimos comicios.
Aylwin sostuvo que la tarea especifica que le toco encabezar fue de "emergencia", a la vez que criticó la falta de espíritu y entusiasmo de la militancia para trabajar por los candidatos.
Asimismo dijo que los democratacristianos quisieron ocultar su identidad, ya que muy pocos afiches de los candidatos usaron la flecha roja y el fondo azul del partido. Manifestó que esta Junta Nacional se realiza en medio de una encrucijada que les exige reflexionar con serenidad y clarividencia, pensando en el interés superior de Chile.
Ello, por cuanto a su parecer las estructuras del partido no funcionan, se practica poco y mal la convivencia, y prevalecen los liderazgos y grupos de poder. "Urgen cambios profundos a nuestras formas de trabajo", dijo. Entre ellos mencionó la necesidad de renovar el registro nacional de militantes.
Afirmó también que se considera un decidido partidario de la Concertación y estimó que el conglomerado gobernante se debe cuidar para asegurar su eficacia y permanencia. Resaltó que el Presidente Ricardo Lagos aprecia y valora el aporte del PDC, y que es indispensable cultivar en la Concertación una reciproca lealtad, en la que hay que ser respetuosos para plantear las legítimas diferencias.
Patricio Aylwin terminó emocionado la lectura de su discurso, que duro una hora y diez minutos, debido a que fue su última actividad política porque ya había anunciado hace algunas semanas su retiro de esta actividad luego de este congreso de su partido.
