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Cristián Castro ofreció una tibia apertura

El cantante mexicano bailó y se lanzó al público, pero sólo se llevó una Antorcha de Plata.

19 de Febrero de 2004 | 00:44 | Felipe Ossandón, El Mercurio en Internet
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El mexicano se esforzó, pero no alcanzó a calentar al monstruo.

VIÑA DEL MAR.- Ya lo había dicho Cristián Castro en los días previos. El cantante mexicano había prometido novedades en su show de apertura, había prometido innovar el estilo parco que lo caracteriza sobre el escenario.

Y a su modo cumplió. Porque a diferencia de sus anteriores presentaciones en Viña, Castro incluyó en su show un cuerpo de seis bailarines con el que interpretó coreografías y con el que incluso se atrevió a intentar algo de teatro, cuando cantó una de sus canciones desde una ficticia cabina telefónica a un costado del escenario.

Pero la verdad es que no le bastó. Cantó con la energía de siempre. Cantó sus temas más exitosos, movió su cuerpo sobre el escenario como nunca antes lo había hecho, pero no le alcanzó.

Quizás por el aire enrarecido, quizás por el extraño ambiente que ha rodeado la noche de inauguración a raíz de los incendios en la zona. O quizás por los evidentes problemas de sonido que afectaron su presentación, lo cierto es que el esfuerzo de Castro fue inútil.

Si bien el público coreó y bailó gran parte de sus canciones, si bien le llovieron peluches y flores, como ya es costumbre, la conexión que estableció el mexicano con la platea no fue la mejor.

Debe haber sido por eso que, al final de su show, cuando estaba interpretando “Azul”, y cuando vio que ni los bailarines, ni sus coros agudos, ni su baile de movimientos delicados había bastado para enardecer a la audiencia, que el mexicano decidió lanzarse al público. Casi como un acto desesperado.

De a poco y con miedo. Como si se hubiera estado metiendo a una piscina de agua muy helada, Castro se lanzó tímidamente al público. Y bastaron sólo dos segundos para que su hundiera en un mar de brazos y aullidos del que sólo fue posible zafarlo con un fuerte contingente de guardaespaldas.

Pero ni eso fue suficiente. A pesar de que Antonio Vodanovic casi imploró mayor apoyo del público para el cantante azteca, una modelo entró al escenario a entregarle la Antorcha de Plata (que a esta altura es como el premio de consuelo) a pesar de que nadie la estaba pidiendo.

"Fue divino"

Varios minutos demoró Cristian Castro para acceder al sector de prensa y ofrecer la tradicional conferencia de prensa tras su actuación.

A pesar de haber recibido sólo la Antorcha de Plata, Castro aseguró haber disfrutado muchísimo su presentación en la Quinta Vergara. De hecho, aseguró que había sido su mejor presentación frente al monstruo.

"Sinceramente me emocioné demasiado. Ha sido la vez que más me he emocionado en la Quinta Vergara", aseguró el mexicano. De hecho explicó que fue esa emoción, la que lo hizo tirarse al público al final de su presentación.

"En un momento me di cuenta de que si no lo hacía ahora, no lo iba a hacer nunca, así que simplemente lo hice", dijo para aclara que no fue que el público lo haya botado del escenario, sino que él fue quien se lanzó.

"Me agarraron mis partes", dijo entre coquetas sonrisas. "Fue divino", aseguró y con esa idea terminó su conferencia, no sin antes anunciar una gira latinoamericana que lo tendría de vuelta en Chile a mediados de año.