Volver al especial Viña 2004
La hermandad marrana dominó la noche.
VIÑA DEL MAR.- El público los estaba esperando hacía mucho rato. Los cientos y miles de chanchos juanitos (porcinos plásticos, juguete clásico de los 70 en Chile) que se veían diseminados entre el público, eran una señal clara de que la mayor parte del público de la segunda noche de festival, estaba formada en su mayoría por integrantes de la comunidad marrana.
Los fieles seguidores de los Chancho en Piedra debieron esperar estoicamente hasta pasadas las dos y media de la mañana para poder ver por fin, y después de diez años de carrera, a esta poderosa banda sobre el escenario de la Quinta Vergara.
Y lo cierto es que valió la pena la espera. Porque apenas el cuarteto formado por Pablo y Felipe Ilabaca, Toño Corvalán y El Lalo Ibeas demostró desde un principio que tenían méritos, público y sobre todo energía suficiente para ganarse un lugar en la historia de este escenario.
Los cuatro entraron con enormes cabezas de chancho, y luego, respaldados por un sólido grupo de apoyo (bronces y percusión) el cuarteto dejó caer una bomba multicolor de puro funk criollo.
"Bienvenidos al show de Chancho en Piedra", fue lo primero que dijo Lalo y se largó a cantar "Eligiendo una reina". De ahí no pararon más. El concierto partió muy arriba y no decayó en ningún momento.
Con el apoyo incondicional del público y un sólido respaldo de los músicos, los Chancho derrocharon energía y potencia en una presentación que no tuvo puntos bajos, pero sí puntos muy altos, como el homenaje a Faith no More ("Epic") o la sólida interpretación de "Mi equilibrio espiritual", de Freddy Turbina, tema que dejó demasiado claro que ese personaje de 31 Minutos, debe haberse inspirado en la melena risada y la hiperkinesis de Lalo Ibeas.
Menos de media hora les bastó para tener al público inclinado a sus pies. Con la primera detención, empezaron a llegar los premios. En un lapso no mayor a cinco minutos, el conjunto obtuvo una Antorcha de Plata y una de oro. Luego Lalo sólo tuvo que aletear un poco frente al público para que la galería pidiera con más fuerza la Gaviota de plata, que también les fue concedida.
Ahí cerró la transmisión. Y ahí empezó también lo mejor del concierto. Como si los Chancho hubieran guardado lo mejor del show sólo para los fanáticos que llegaron a verlos en vivo.
El tema "Socio", de su primer disco "Peor es mascar lauchas" (1995), fue el que dio paso al delirio. Interpretado en clave La Tirana, el tema fue acompañado por una docena de bailarines ataviados con los disfraces característicos de la celebración nortina y otro puñado de músicos en tambores.
El escenario se llenó de colores y de baile y de sonidos folclóricos y terminó por delinear una de las mejores y más emblemáticas presentaciones de los Chancho en Piedra en toda su historia.
Tanto así que cuando eran casi las 4 de la mañana la banda seguía tocando, y la gente en la galería seguía ahí, cantando y bailando, como si hubiera acabado de llegar.