Warner Bros
Christohper Reeve se puso cuatro veces el traje de Superman, pero eso bastó para que su nombre quedara indisolublemente relacionado con la figura del Hombre de Acero.
El actor murió el año 2004, luego de sufrir un grave accidente en 1995 que lo dejó en silla de ruedas, pero su presencia se ha sentido con fuerza en estos días, con el estreno del nuevo largometraje del Hombre de Acero.
Una sensación que aumenta luego de ver la película, pero la causa de esto no tiene nada que ver con una evaluación negativa del trabajo de Brandon Routh, su reemplazante, o un afán nostálgico de recordar las viejas películas de Clark Kent al escuchar la música de John Williams.
Menos aún está relacionado con la nueva aventura de Superman, que comienza con el regreso del personaje luego de cinco años de ausencia, tiempo que fue aprovechado por Lex Luthor (Kevin Spacey) para idear una nueva forma de destruirllo y por Lois Lane para encontrar un nuevo amor y, supuestamente, tener un hijo con él.
La explicación está en el trabajo del director Brian Singer, quien tomó varios detalles de las producciones que protagonizó Reeve y los usó en su propio largometraje.
Los ejemplos más notorios los aporta Lex Luthor, quien no sólo demuestra ser un villano aplicado al reciclar su viejo mapa para ilustrar sus planes, también presenta un profundo respeto el viejo Gene Hackman, el actor que lo personificó en el pasado, al usar varios elementos que caracterizaron su interpretación para que Kevin Spacey le de vida a su versión 2006.
Brandon "Superman" Kent también aporta detalles melancólicos, como su vieja costumbre de volar románticamente con Lois Lane en los brazos, pero en su caso Singer le da una mano porque refuerza sus cualidades de galán y lo muestra un poco más jugado en sus intentos por reconquistarla, con espionajes nocturnos incluidos.
La mayor diferencia entre las viejas películas del héroe de DC Comics y la nueva etapa que comenzó Singer está, obviamente, en los efectos especiales, en los que se nota un cuidado trabajo.
El rudimentario arte visual que se usó para que Reeve volara en la década de 1980, esta vez es reemplazado por todos los recursos y facilidades que dan las nuevas tecnologías de animación, responsables de permitirle a Singer que construya espectaculares escenas de rescate que le permiten al héroe de Kripton lucir ampliamente todos sus poderes y habilidades.
