El Mercurio
"Vuelo 93" es una dramatización de lo que se supone sucedió arriba del vuelo United 93, la mañana del 11 de septiembre del 2001. Se cree que, una vez secuestrado, éste iba hacia el capitolio de los Estados Unidos y que, gracias a la intervención de los pasajeros, cayó en un área despoblada de Pennsylvania. Lógicamente, la falta de testigos directos hace difícil conocer una versión fiel de lo acontecido, pero eso es lo que se supone, lo que la versión oficial ha estipulado para la historia y lo que esta película recrea con, de nuevo, supuesta fidelidad.
Lo más inesperado de la cinta es la radical opción de su foco. No pretende explicación alguna, no relata más que algunas horas. En un ánimo por escapar de la típica película de desastre hollywoodense, el director de origen inglés Paul Greengrass, formado en periodismo de investigación y con al menos dos dramatizaciones de hechos reales en la espalda (además de una película estándar como "La supremacía Bourne"), opta por no centrarse en los personajes ni en su vida anterior, sino que simplemente los pone en acción, con introducciones mínimas, con conductas exentas de revelación, sin detalles, "al natural". Todo comienza como un día ordinario en el congestionado aeropuerto de Newark; en el centro nacional de tráfico aéreo de Virginia; en una sala de radio control de la costa este. Es una retórica que, junto a una cámara en mano, los actores desconocidos y los diálogos rápidos y descontextualizados, quiere entregar la sensación de "documental", la idea de que "esto está pasando".
Quizás el efecto funciona, pero ya ha sido extensamente recurrido y, por sí mismo, está lejos de justificar la película. Sin estructura dramática, ni una verdadera opción estética para prescindir de ella, no hay nada que nos interese de lo que pasa en la pantalla; sólo la curiosidad periodística, y algo morbosa también, de "ver" cómo supuestamente sucedió todo. A menos que haya sido producida con la secreta agenda de asentar masivamente una versión de los hechos (en cuyo caso sería un trabajo de manipulación pública digno del mismo Goebbels), "Vuelo 93" es espectáculo por el puro fin del espectáculo, vacío y frívolo.
