Frío recibimiento para primeras canciones de la Competencia Internacional

Viña del Mar.- ¿Usted recuerda la canción que ganó la competencia Internacional el año pasado? Gran parte del público de la Quinta Vergara tampoco. No hay caso. Como en las versiones anteriores, apenas se escuchó la palabra Competencia, el que no bostezaba, empezó a pifiar.

Ni siquiera el representante de Chile, Alejandro Gaete, logró entusiasmar al monstruo con su melosa canción "Profundamente necesito tu amor". Con ese título...

El país que abrió la Competencia fue Canadá. Julio Ness pasó inadvertido con "Can you Dance".

De "Las Cherries", ese trío de venezolanas que se han paseado por Viña del brazo de Felipe Avello, se esperaba más de su reggaeton. Su "Ya no quiero nada", lo que menos incitó fue al "perreo". Las chicas, por lo menos, son coordinadas en algo: se visten igual. Aparecieron con trajes blancos que les quedaban grandes.

La canción argentina titulada "Otra vez", fue interpretada por un correcto Alejandro Romero. El joven artista se llevó el favor de una que otra fans de La Oreja de Van Gogh por su pinta, porque vocalmente no provocó mucho entusiasmo en el jurado internacional.  

Mejor le fue al trío español "Materia Prima". Fue uno de los pocos que provocó aplausos espontáneos cuando dejaron de interpretar "Cuando quieras Volver". Fue la canción que se vio más sólida y pegajosa en el debut de la competencia. Puede llegar lejos.

La competencia folclórica

"Me duele el Alma" se titula la rítmica canción que María Mulata interpreto en representación de Colombia. Acompañada de un agrupación en que las percusiones tienen un rol preponderante, la bella y joven cantante resalta su baile, atuendos y actitud sobre el escenario. Estos recursos ayudan a suspender por algunos momentos, la visión soporífera que lamentablemente se tiene de esta competencia.

La canción de Perú (recibida con aisladas pifias, a estas alturas tan folclóricas como las canciones), titulada "De Lima, señores", es un clásico vals de ese país, acompañada por una agrupación en que la guitarra, como es tradición, tiene un  rol preponderante.

México cerró con el melancólico tema "La vida", en la voz de Rodolfo Muñiz y su grupo de Mariachis.