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Los clásicos y la familiaridad de Los Tres arrasaron en la Quinta

El trío desplegó su infalible batería de clásicos, demostró su ubicación en la galería de lo patrimonial y (adivine qué) se llevó todos los trofeos. La guinda de la torta fue Fito Páez.

25 de Febrero de 2007 | 00:12 | Sebastián Cerda, enviado especial a Viña del Mar
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Cristián Soto, El Mercurio



VIÑA DEL MAR.- Fueron como misiles que fueron encendiendo la Quinta Vergara poco a poco, hasta dejar el termómetro completamente en las alturas. A punta de música y familiaridad, Los Tres conquistaron al público viñamarino y lo hicieron celebrar como en casa.


Porque se trató de un menú infalible, compuesto por temas que han marcado a, por lo menos, un par de generaciones, y coreables hasta por el más despistado, en un programa con muy pocas "novedades", entre ellas la ya bien conocida "Camino" y la candidata a clásico "Cerrar y abrir". Todas interpretadas con una potencia que traspasó incluso a las canciones más cadenciosas de la banda.


Sume a ello que canciones como "La torre de Babel", "La primera vez", "Amor violento" y una lista que tomaríamos varias líneas en reproducir, fueron permanentemente acompañadas por el buen humor y la cercanía de la banda, algo que impregnó incluso lo musical (hasta la guitarra de Ángel Parra podía tirar una talla).


Álvaro Henríquez, Roberto Lindl y Ángel Parra (muy bien acompañados por otro trío de músicos) fueron como un amigo patudo. Ése que no tiene problemas en festinar con lo que no le agrada, enrrostrar que un plato no sabe bien e incomodar al dueño de casa con tal de que los invitados se sientan a gusto.


Desafiando los parámetros televisivos y el directo festivalero, Henríquez dedicó "Hojas de té" a todos los "marihuaneros unidos del mundo", y con tono agringado avisó que "vamos a tomar un poco de agua mineral sin gas, momentito", ironizando sin problemas con el gran icono de este festival, el británico Tom Jones. Para lo establecido este año, una verdadera insolencia.


Con intervenciones de serio delirio, Henríquez azuzó al público hasta con una invitación a no cantar y guardar absoluto silencio, durante la interpretación de "Quién es la que viene allí" (de más está decir que el efecto fue el contrario).


La cara más visible del trío incluso despejó todas las dudas que en los últimos días se han sembrado en torno a ellos. "No saben el agrado que nos provoca estar juntos de nuevo, y juntos con ustedes de nuevo también", saludó.


Con dos antorchas en las manos, y todo el trabajo viñamarino ya hecho, Los Tres lanzaron un inesperado misil: Fito Páez fue invitado al escenario, para cantar en una verdadera performance "Déjate caer".


Sólo había que ponerle la firma a la gaviota de plata, lo único a lo cual se podía echar mano para manifestar la potencia recibida y los atributos celebrados: Los Tres ya son algo patrimonial, parecen divertirse tocando y, más encima, se ríen de sí mismos. Para qué más.

Un brillante telón de fondo de pronto recubre las pantallas del escenario y proyecta las figuras de los focos. Pudo haber sido un recurso estético, pero no. Era la idea de última hora para poner fin a la proyección de las frases que Los Tres incluyeron soterradamente en su material audiovisual. Frases en pro de la píldora del después y, conflictuando seriamente a TVN y Canal 13, en pro del aborto. Frases como "derecho al aborto" y "exija la píldora del día después" alcanzaron a ser vistas en la Quinta Vergara, aunque no en pantalla durante la canción "Hojas de té".

Henríquez, Lindl y Parra no se refirieron directamente a ello en la conferencia de prensa, aunque en forma alusiva. Como cuando un periodista les preguntó por sus inquietudes sociales, y el cantante respondió simplemente "la píldora del día después". Nada más.

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