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La potencia de Lucybell le gana a la adversidad

Salida tardía, poco tiempo y trofeos a la rápida, no lograron empañar una presentación maciza.

26 de Febrero de 2007 | 04:45 | Sebastián Cerda, enviado especial a Viña del Mar
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No se confunda. Lo de Claudio Valenzuela no es un bostezo por estar cantando a las cuatro de la madrugada, sino un gesto rockero.

Ricardo Vásquez, El Mercurio



VIÑA DEL MAR.- Previo a su presentación de esta madrugada en Viña, Lucybell había anunciado dos cosas: que la gente podría verlos en su estado actual y darse cuenta de quiénes son en este momento; y que harían un recorrido por los 15 años de historia del grupo.


Después de verlos en vivo en el Festival, si se trata de elegir, necesariamente hay que decir que la primera promesa se impuso sobre la segunda. Porque lo que se vio en Viña fue un trío rockero que no se había visto en ninguna de las tres ocasiones anteriores de la banda en el certamen (en la primera por razones obvias).


El trío de hoy luce la madurez de una potencia que hasta hace algún tiempo se encontraba en un estado aún aspiracional. Inevitable resulta atribuir gran parte de ello a la presencia de José Miguel 'Cote' Foncea, un baterista demoledor, que filtra asertivamente en las canciones de Lucybell un pasado hardcore que aún le corre por las venas.


Así, los 15 años de vida de la banda se observan desde esta ventana, y canciones como "Cuando respiro en tu boca" dan cuenta de eso. Poco queda en ella de la sensualidad con que quedó registrada en Peces, y a cambio gana en fuerza y crudeza.


La sorpresa corrió por cuenta de una suerte de sesión étnica, con "Carnaval", "Vete" y "Hoy soñé", acompañadas de sitar y percusiones, lo más cercano a la anunciada "mirada a las raíces" que haría Lucybell.


Hacia el final, la hora y el entusiasmo del público conjugaron para que la entrega de las antorchas y de la gaviota fuera un proceso más rápido del habitual, pero las cosas ya no estaban para otro procedimiento. El final se olía y lo mejor era volver a la música cuanto antes, único premio al sacrificio de un público que permaneció en sus lugares hasta el final.


PD: Como en sus conferencias y entrevistas los Lucybell dijeron que la hora no importaba, no diremos nada sobre el hecho de que la presentación empezara a las tres de la madrugada y terminara 58 minutos después. Nada.

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