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Sergio Lagos y Tonka Tomicic salvaron una recatada gala festivalera

Ni siquiera Raquel Argandoña con su entrada en un convertible logró entusiasmar en el evento, que da inicio al Festival.

19 de Febrero de 2008 | 00:32 | Leonardo Núñez y Sebastián Cerda, enviados especiales a Viña del Mar

VIÑA DEL MAR.- Es uno de los eventos más esperados del Festival de Viña, pero la gala de este año, al menos en la alfombra roja, sacó más bostezos de los que tenía acostumbrado al público viñamarino.


No hubo transparencias, como con la que impactó Cecilia Bolocco en 2007; más bien vestidos recatados con diseños que apostaban a lo seguro y a no pasar un bochorno como el de Marlen Olivari con su pieza "reposteril". Tampoco estuvieron presentes los  artistas de mayor trayectoria del certamen.


Ni siquiera la entrada triunfal de Raquel Argandoña en un Jaguar convertible encendió la fría noche frente al casino de la Ciudad Jardín. Se acabó el entusiasmo de su ingreso apenas se bajó del descapotable, con un vestido de una pieza color crema de Carola Pino y que la tapaba como corresponde a una señora de su edad. Incluso el público empezó a gritarle "Tonka, Tonka" para molestarla.


Pero tras su ingreso al tercer piso del casino, la Quintrala fue una de las más requeridas por la prensa. Se manifestó contenta por haber triunfado en la lucha por el rating contra "Viña tiene Festival". La conductora de "La Movida" prometió que el vestido metálico, el mismo que le causara tantas pifias en el pasado, saldría del armario "durante la semana".


El desborde de Sergio Lagos


De no ser por las locuras de Sergio Lagos y de su acompañante en la conducción del Festival, Tonka Tomicic, la gala sería recordada sólo por su menú sureño de ciervo, trucha y centolla.


Pero, a falta de "Cecilias" y de "Marlenes", fue el rockero animador el que trató de poner algo más de pimienta a una gala, hasta entonces, deslucida. Cuando se bajó de la limousine, empezó a saltar, repartió besos, tomó una señalización de tránsito y la usó como megáfono y hasta intentó trepar un poste de luz. Tonka, por su parte, contagiada con tanto entusiasmo, también repartió besos y se paseó como una colegiala entre sus fans.


El punto en contra de Lagos está en el traje de Sergio Arias (Monferrato) que lo hacía ver como la versión elegante de un garzón de fuente de soda. Tomicic, en tanto, resaltaba que su vestido blanco de Alberta Ferreti, con un abertura en su pierna derecha, fue elegido junto a Sarika Rodrik, y que la receta para su figura estaba en tomar "té rojo".


Cuando ya no parecía haber más novedades, con varios minutos de retraso, el concejal Andrés Celis apareció junto a Paloma "Pops" Fiuza, una de las candidatas más fuertes a la corona del Festival.


La bailarina brasileña y ex chica Mekano lució un peto rojo en v que casi se desbordaba por la parte superior de su anatomía, y dejando algo de adhesivo a la vista. Ello la hacía ver incómoda, tanto así que caminaba por la alfombra roja afirmando su escote, temerosa de que ocurriera un accidente. Esto le quitó toda la sensualidad a un traje que pudo ser el más llamativo de la primera jornada farandulera del certamen.

Otras figuras que lucieron fueron Marcela Vacarezza, con un elegante vestido salmón; el rojo intenso de Nicole (aunque en algo de sobredosis, dado el color de sus cabellos); el plateado y escotado de Bárbara Rebolledo, confeccionado por sus propias manos.

Más discretos fueron el morado de Jennifer Warner -en un estilo que el público bautizó como "Barney"-, confeccionado por Miguel Ángel Guzmán; el errado intento por emular los '50 de Fernanda Hansen, y el estilo algo payasesco de la modelo Carolina Jorquera.


Más clásica lucía Katty Kowalezco, quien aprovechó de desmentir ser la "tapada" de Canal 13 en la candidatura a reina del Festival. "No uso colaless", dice, y agrega más en serio que "tomo el piropo, pero ya no estoy para piscinazos".


La conductora de "Amor Ciego" -donde dice tener mucho trabajo- lució un modelo negro y plateado algo más clásico, también con la firma de Guzmán. El diseñador, quien igual vistió a Julia Vial, estuvo presente en la gala, aunque esta vez sí logró entrar, luego de que el año pasado fuera víctima de las entradas falsas de Amalia Granata. Guzmán recordó ese episodio como "bizarro, divertido. Esa vez yo era el invitado, el príncipe consorte. Esta vez soy el titular".

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